Cheeky, la cadena de ropa de niños que pertenece a Juliana Awada, suspendió a unos 70 trabajadores de vigilancia debido a la caída en la venta de sus productos. Este jueves los empleados, que desde hace dos meses no cobraban, se manifestaron frente a las puertas de la administración de la empresa ubicada en Cuyo 3040, en la localidad de Martínez.

“Cheeky es responsable solidario porque todos los trabajadores suspendidos se desempeñan en esta cadena comercial. Los compañeros no necesitan una liquidación sino mantener las fuentes de trabajo”, precisó el secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de Vigilancia Privada (STVP), Gabriel Carvajal.

Si bien fueron contratados por la empresa de vigilancia privada High Top Segurity, hace 15 años trabajaban únicamente para la compañía de la familia de la primera dama.

Según el dirigente, las suspensiones se concretaron dado que Cheeky le comunicó a High Top Segurity que ya no presidiría de sus servicios de vigilancia por la baja del negocio de venta de indumentaria para niños. 

Carvajal, en tanto, precisó que las suspensiones se produjeron “de la noche a la mañana” y reclamó al ministerio de Trabajo que intervenga para que interceda en la decisión. 

“Muchos de los compañeros alquilan la vivienda en la que residen junto a sus familias y ya recibieron la intimación para desalojar porque acumulan dos meses sin pagar. La situación de alarmante”, concluyó.