La clausura que decidió el Municipio sobre una empresa de conservas de pescado ubicada en el corazón en el barrio Parque Luro enciende fuerte preocupación en el ámbito portuario, ante el riesgo inminente que se plantea sobre la pérdida de las 200 fuentes de trabajo que aglutina el lugar.

La problemática gira en torno a la fábrica Marbella, que se encuentra en la esquina de Strobel y Dardo Rocha, donde hace aproximadamente una semana inspectores municipales se dirigieron para avanzar con el cierre del lugar después de constatar que no contaba con el permiso correspondiente que habilita su funcionamiento.

Si bien durante las gestiones anteriores se renovaba su habilitación por cuatro años, en esta oportunidad la gestión de Carlos Arroyo decidió no conceder otro permiso, que había vencido el año pasado, y avanzar con la clausura ante “numerosas quejas” de vecinos de la zona, según lo que pudo confirmar 0223.

“El malestar es por la circulación de camiones y distintos olores de la producción. No es lógico que funcione una fábrica de estas características en pleno barrio residencial. Esto es un reclamo de hace 30 años”, justificaron las fuentes oficiales consultadas.

La clausura persiste hasta tanto los representantes de la firma cumplimenten el trámite y se adecuen a las condiciones exigidas para su funcionamiento, pero mientras tanto crece la preocupación en los trabajadores de Marbella por la incertidumbre laboral que provoca la clausura.

La empresa cuenta con una planta compuesta por alrededor de 200 empleados, que se encuentran expectantes de alguna resolución a la problemática en el corto plazo. “Si esto no lo arreglan, el Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado (Soip) va a prender fuego todo”, alertaron a este medio fuentes del sector.