La empresa Unilever se encontró paralizada por dos días fruto de una importante discusión gremial. Andrés Morel, vocal titular de STIA (Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación), habló en el Termómetro sobre la situación: “No llegamos a ningún acuerdo. Ellos mantuvieron una posición cerrada, venían con la precisión de estar con la planta cerrada. Necesitamos la intervención del Ministerio”.

El cese de actividades se llevó a cabo tanto en la planta Knorr y como en Hellmann’s.

El planteo de STIA

“Necesitamos mejoras salariales, la gente está necesitada. No estamos hablando de una empresa con problemas económicos, es una multinacional líder, que produce mucho”, fueron las palabras del vocal.

La empresa le ofreció a los trabajadores un aumento del 8% en el mes de mayo cuando a nivel nacional se estableció un 10%. La empresa no vio afectada su producción durante el aislamiento: “Trabajamos durante toda la pandemia, nunca paramos. Se incrementó la exportación, el nivel de producción es impresionante”, dijo Andrés.

Los trabajadores piden un 25% para reparar el atraso que mantiene la empresa con ellos: “Siempre buscamos que el trabajador tenga una mejora y distintos beneficios. El año pasado logramos $80.000 en varias sumas durante el año y distintos beneficios extra”.

Una nueva reunión se llevará adelante el 6 de abril con intervención del Ministerio de Trabajo.