El referente sindical de la UOCRA en la provincia marca la angustiante situación del sector, que hoy sólo emplea a unos 4.000 trabajadores versus los 14.500 que estaban en actividad en 2014.
"No hay diferencias con el 2001. La construcción está pasando un momento muy difícil", trazó Tiburcio Fernández, titular de la filial Chaco de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), quien reveló que en la provincia hay tan sólo 4000 obreros en actividad, contra los 14.500 empleados en la época de auge de la obra pública, durante 2014.
"Estamos en decadencia desde el año pasado. Es una situación que nos recuerda a viejos tiempos", resaltó Tiburcio Fernández, titular de la UOCRA en el Chaco.
En esa misma línea, el líder nacional del gremio, Gerardo Martínez, advirtió días pasados que el gobierno nacional no cumplió finalmente con la promesa de pago de las deudas en la obra pública, y por tanto estimó una pérdida de 25.000 puestos de trabajo en un mes.
"Estamos en decadencia desde el año pasado. Es una situación que nos recuerda a viejos tiempos, como el 2001, cuando hemos sufrido mucho", graficó Fernández en declaraciones a radio Universidad. Recordó que en abril de este año, en un congreso que la entidad realizó en Mar del Plata, surgieron datos inquietantes: por ese entonces había 435 mil afiliados al gremio en todo el país. "Cinco provincias hacían casi 400 mil trabajadores. Pero la cifra comienza a decaer", indicó, y reveló que las cifras corresponden a datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC).
Dijo así que en las principales ciudades que motorizaron la obra y el empleo comenzó a "paralizarse todo": Santa Fe, Rosario, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. "En el Chaco estamos paralizados desde el año pasado", resaltó, y explicó que "en lugar de sumar trabajadores en blanco, hay trabajadores en negro con las cooperativas". Si bien marcó que existen proyectos, en la práctica no existe dinamismo en la construcción.
Luego, alertó que los obreros no tienen seguro de desempleo, y de ahí que dio cuenta de gestiones nacionales "para buscar alguna salida". "Estamos en alerta, movilizándonos, hablando con uno y con otro", indicó.
"De las tres no hacemos una"
Fernández advirtió además que en la provincia no existe "un referente" para el diálogo con el sector, a quien se pueda plantear la situación de la mano de obra en la construcción: "Ni el ministro, que tiene sus problemas; ni el gobernador, que llama a reunirse a una cámara (de empresas constructoras) cuando hay tres, y hoy entre las tres no hacemos una", planteó. Dijo así que sólo están trabajando son los obreros del Segundo Acueducto, que emplea a 200 personas; además de Panadile, que empleó a 800 trabajadores, con el sistema cloacal en el sur de Resistencia, que está cerca de concluir.
"Las tres cámaras saben cuál es la situación. Sumadas algunas obritas de Educación que se hicieron, las empresas no pueden cobrar y no las pueden terminar", expuso el dirigente, y recordó a la vez los atrasos en las viviendas sociales que quedaron a medio hacer.
Entidad desmembrada
En otro punto, Tiburcio Fernández advirtió que la UOCRA en el Chaco está "descapitalizada, desmembrada y sin trabajo". "Esto nos pasó porque se dejó de hacer el seguimiento de las obras, que hacíamos con las cámaras de la construcción, para seguir una senda que a nosotros nos generó resultados", trazó y completó: "Hoy en el Chaco no hay futuro, no hay trabajo y no hay esperanzas en la construcción".
En su descripción de la realidad del sector, aseguró que la actividad privada tampoco acompaña. "No hay obras privadas. Lo que hay son obras de cuentapropistas; el que tiene algún peso hace una inversión pequeña para arreglar o pintar su casa", señaló.
Finalmente dimensionó que, cuando la actividad de la construcción se dinamiza, hay 104 gremios dependientes que son engranajes del sector. "Hoy, lamentablemente, nuestro gobernador va, viene, pero no tenemos respuestas porque no hay obras. Esto tiene un límite y la gente decidirá qué hacer, en su momento", avisó.
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