Desde el Sindicato de la Carne de Mar del Plata analizaron la coyuntura del sector en Radio Brisas, y vaticinaron lo que podría ocurrir con los valores de mostrador, tras la quita de retenciones para la exportación de carnes avícolas y bovinas.
Según afirmaron en Radio Brisas desde el Sindicato de la Carne de Mar del Plata, la quita de retenciones para la exportación de carnes avícolas y bovinas no impactará en los precios del mostrador. El titular de la entidad analizó la coyuntura actual y explicó qué podría ocurrir con los valores finales.
En el programa "Brisas Segunda Edición", Osvaldo Quiroga, secretario general del gremio, aseguró no creer "que llegue ese impacto en cuanto a la exportación, porque favorece nada más a la exportación de carne. No se va a sentir un impacto o baja del precio en el mostrador para el consumo interno del país", ratificó.
"Es difícil que eso ocurra. La carne de vaca, de lo que se exporta, está libre de retenciones. (La normativa) se refiere a la exportación de carne de novillo, que el país exporta. Según el director de la Cámara de Exportadores, un tercio es vacuno. Pero no va a incidir en el precio que pagamos los argentinos", insistió.
Asimismo, recordó que "tenemos frigoríficos sobre la Ruta 2 que hace exportación de vacas a China, que compra todo. Pero los frigoríficos exportadores se están sosteniendo con lo que venden a China, que también maneja el precio a lo que lo quiere pagar. A veces, depender de un solo país es malo, porque es un negocio complicado".
Según su testimonio, "el productor también tiene sus dificultades. Con los países limítrofes, el novillo en pie está mucho más barato, y Uruguay tiene muchos mejores precios para exportar, aunque su estructura es mucho más chica. Sin embargo, tienen otro precio en exportación y a veces nos superan ampliamente, así como Paraguay, y ni hablemos de Brasil".
"Es otra carne y muchos países prefieren la argentina, pero se manejan con otros valores".
Por último, consultado por la realidad del sector, detalló que "ha levantado un poco el consumo interno después de junio. Se notó una mejora, pero ha vuelto a decaer en agosto. Fue un veranito, algo muy cortito. El poder adquisitivo de los trabajadores en Argentina es bajo, por eso se hace difícil llevar carne a la mesa en una familia tipo".
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