Despidieron a una trabajadora de la municipalidad de San Isidro por denunciar a un jefe por acoso sexual e intento de abuso

Despidieron a una trabajadora de la municipalidad de San Isidro por denunciar a un jefe por acoso sexual e intento de abuso

El supervisor de capataces Walter Mansilla acosó y hasta intentó abusar de una barrendera. Tras la denuncia, la municipalidad de San Isidro la despidió. Mujeres Sindicalistas Zona Norte dieron una conferencia de prensa para apoyarla.

La denunciante, que permanece en el anonimato, relató en una entrevista a 'Hora 60', el calvario que padeció a manos del supervisor de capataces de Beccar y Martínez en el área de Espacios Públicos de la municipalidad de San Isidro, Walter Mansilla. 

Ella trabajó ahí durante catorce meses pero de esos, ocho lo hizo sorteando las avanzadas de un superior de su superior. Ella relata que no es la única, que muchas de sus compañeras pasaban por lo mismo y seguramente lo siguen haciendo. Mansilla acosaba según el perfil, madres solteras que fueran único sostén de su hogar: "El juega con eso, con el trabajo, con la necesidad de la gente". La aislaba para que quedaran a solas, la presionaba. Se vendía a sí mismo como el único que podía dar o quitar una fuente laboral en Espacios Públicos ejerciendo violencia psicológica contra sus potenciales víctimas. Y era para creerle. La denunciante relata que 'el Rompehuesos', uno de los apodos por el que es conocido el acusado, no sólo abusaba de su poder para acosar mujeres sino que maltrataba a todo el mundo, gritos, insultos, golpes a cosas. La descripción de un violento al que nadie se le atreve. 

El evento que según describe, la insta a denunciarlo fue una vez que armó una reunión a solas para comunicarle 'algo importante', le inventa que la despidieron pero que se va a "salvar si está con él". Ella se rehúsa y él intenta tomarla por la fuerza, la manosea, en el forcejeo ella logra escapar "No sé cómo pero logré salir". 

Logra denunciarlo en diciembre del año pasado, el acusado siguió en funciones, no fue investigado, ni sancionado, ni despedido. Al contrario, a los dos meses y medio a la que le llegó el telegrama de despido fue a ella. "Me cansé de ir al municipio" pero nadie la apoya. "Yo sé que él sigue haciendo lo mismo con otras chicas", pero cree que no denuncian por miedo. 

Mujeres Sindicalistas de Zona Norte salieron a apoyarla, a denunciar con ella y a pedir su reincorporación. Acá pueden leer sus exigencias. 

Comentá la nota