Regis Barcelos Fernandes, de 55 años, murió aplastado por una máquina en la planta de Cerámica Alberdi. El Sindicato Obreros Industrias Ceramista de la Provincia de Salta denunció la compra de repuestos de segunda mano y exige medidas de seguridad. Pero hasta ahora no llegan a un acuerdo con la empresa.
Por Claudia Ferreyra
Regis Barcelos Fernandes, un trabajador de 55 años, oriundo de Brasil, murió el martes último aplastado por la máquina de molienda de la Cerámica Alberdi en Salta. Luego del siniestro laboral, la empresa se negaba a parar la producción, pero no pudo evitar una huelga, aunque ha presionado para que los trabajadores retomen la actividad, el Sindicato Obreros Industrias Ceramista exigió un plan con medidas de seguridad. Por ahora el conflicto sigue abierto.
El viernes último hubo una reunión entre el sindicato y la empresa, pero todavía no llegaron a un acuerdo en esa instancia. El secretario gremial del Sindicato Obreros Industrias Ceramista de la provincia de Salta, Sebastián Pineda, contó a este diario que parecía que se estaba avanzando a un entendimiento, los representantes de la Cerámica invitaron a recorrer el sector de molienda, que les dijeron "veamos los estados críticos para poder mejorar", pero "mientras estábamos recorriendo, viene el ingeniero industrial, Nirla, y dice: 'Pidan lo que ustedes pidan, no les vamos a dar nada'". Y se frustró el diálogo, a pesar de que el Sindicato aclaró que solo piden que "estén bien las condiciones para volver a entrar a trabajar".
"Ahora habíamos quedado en que ellos nos iban a hacer un informe, el plan de trabajo que tienen para hacer. Y que nosotros también íbamos a ver lo que se pueda ir mejorando a través del tiempo, a través de los días. Pero bueno, el señor este, salió todo prepotente. Encima nos echaba la culpa a nosotros", contó.
Cerámica Alberdi tiene 600 trabajadores, 220 en esta planta ubicada en el Parque Industrial de la ciudad de Salta. En este número se cuentan también oficinistas y tercerizados. El propietario es Martín Rapallini, nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina, quien asumió el mismo día en que murió el obrero. En esa misma semana el empresario salió a impulsar la reforma laboral.
El trabajador era conocido por sus compañeros como “Riso Reyes”. Era especialista en mantenimiento, desde hacía siete años trabajaba en una empresa tercerizada que prestaba servicios para Cerámica Alberdi. “Sl mes venía, laburaba 20 días y se iba a Brasil”, contó Pineda.
Sobre el accidente, describió: “Hay dos molinos, uno se echó a perder y ellos le estaban haciendo mantenimiento. Él se metió abajo del molino para arreglarlo, porque la verdad es que traen repuestos de segunda mano. Siempre tenemos los problemas estos con la parte (de) molienda, la parte de selección, varias partes de la cerámica". "Él se mete abajo, la máquina hizo una tracción y ahí lo agarró”, relató. El obrero tenía planificado su retorno a Brasil justo al día siguiente.
Pineda consideró que esta muerte “podría haber sido evitable si tuvieran las condiciones necesarias” que venían exigiendo desde hace bastante tiempo. Dijo que presentaron notas en la Secretaría de Trabajo, en la fábrica, "por todos los medios". "Persistíamos en seguir presentando notas porque trabajar en molienda es un riesgo. Y ellos hacían algunas cosas y decían ‘listo, ya está, que sigan andando’”, contó. Recordó que antes hubo siniestros laborales pero no de esta gravedad.
“Nos duele mucho que la empresa nunca tuvo empatía por el compañero. El accidente fue a las 6 de la tarde y seguían produciendo. Pararon la parte de molienda pero seguían produciendo en la parte de prensa. Y tuvo que venir un delegado que justo estaba en selección y lo hablaron, se fue para la prensa y paró la producción ahí", ratificó. Añadió que a la noche la empresa pretendía que el turno C entrara a trabajar y se negaron, "les dijimos: tengan empatía por el compañero. Más allá de que era terciarizado, estuvo laburando siete años con nosotros". "Encima, todavía no habían sacado el cuerpo, el cuerpo seguía estancado”, denunció Pineda.
Ante esta situación, los representantes sindicales decidieron que los trabajadores no ingresaran a la planta. Reclamaban las horas de luto, “(la empresa) tiene que dar por lo menos 24 horas, 36 horas de luto". Cuando se inició la medida de fuerza un enviado de Recursos Humanos les dijo que permitirían que se tomaran 16 horas, pero no lo aceptaron.
El Sindicato presentó otra vez notas a Trabajo y a la fábrica informando que no retornarían a la actividad sin garantías de seguridad mínimas. Como respuesta, el enviado les "amenazó" con quitarles el presentismo y con no pagar el día, detalló Pineda, quien subrayó que para entonces el cuerpo de Barcelos Fernandes seguía "estancado en una parte de molienda”.
Sobre el contexto en el que suceden estos hechos, el sindicalista destacó: “Con este gobierno se nos complica, porque antes les exigíamos y si no, le hacíamos una medida de fuerza. Pero ahora no podemos hacer nada, por eso ellos nos dicen, vayan a la Secretaría de Trabajo, hagan lo que tengan que hacer, y no nos dan bola", denunció. Y cuando va una inspección "ellos agarran y apagan todo”, agregó.
Rapallini no se refirió a la muerte del trabajador pero dijo que espera una reforma laboral. "La agenda nuestra es la agenda de mejora de la competitividad, porque hoy en el mundo no hay forma de tener un sistema productivo si vos no sos eficiente, productivo, competitivo", declaró en radio CNN.
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