Desde el armado gremial que lideran Christian López y Leónidas Requelme, principal fuerza opositora a Ángel Alberto García, denunciaron que "hace 10 años que este dirigente a cargo de la U.P.S.R.A. no presenta informes de memoria y balance en el Ministerio de Trabajo, hoy en día, nadie sabe a donde van los fondos del gremio y que son de los aportes de todas y todos los trabajadores" explicaron.
Sin ser elegido por los afiliados desde 2012, la extensión eterna de un mandato vencido desde 2016 y la consiguiente certificación provisoria (e interminable) de autoridades extendida por la cartera laboral, las inexplicables e inauditas particularidades de Ángel Alberto García al frente de la Unión del Personal de Seguridad Privada de la República Argentina, U.P.S.R.A., generan un gran malestar en el colectivo de trabajadores de seguridad privada que hoy en día ronda los 200.000. Lo peor de todo, que el órgano estatal encargado de controlar, mira para otro lado.
Sin embargo, pese a que los organismos de control no le sacan el pie a los demás gremios en cuanto a sus obligaciones administrativas, parecen tener una indulgencia muy sospechosa con García a quien le siguen homologando sin problema alguno las paritarias de los vigiladores sin intimar al Secretario General para que haga sus deberes. Es más, García ni siquiera se presenta al Ministerio a firmar los acuerdos arribados con la cámara empresarial, si no que sus apoderados le utilizan la misma firma digital de todos estos últimos años.
Aun así, no es raro que García haga lo que le plazca con el sindicato de vigiladores, quien de hecho supo hacer de la U.P.S.R.A y la obra social su feudo personal en los últimos 40 años, lo que resulta curioso es que la Dirección de Asociaciones Sindicales se lo permita. Esta cadena de inacciones levanta ciertas suspicacias sobre los rumores por devoluciones de favores y posibles encubrimientos de elecciones truchas que García habría llevado a cabo al frente de UPSRA en los últimos años, y de las cuales, funcionarios habrían estado al tanto.
El sindicato de la seguridad privada requiere elecciones libres y democráticas de manera urgente. Azotado por un vendaval de intervenciones en la era macrista y la eterna medida cautelar que devolvió la conducción del gremio a Ángel García en 2020, ya han pasado 8 años sin tener una dirigencia elegida por los trabajadores. El caso de U.P.S.R.A es inédito en el sindicalismo argentino y, quizás, del mundo entero. La inacción del estado también lo es.
En este punto, el Bloque Nacional anunció que está en marcha una contundente movilización a las distintas dependencias ministeriales para exigir la urgente normalización del sindicato que aglutina a los vigiladores privados.
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