El secretario general de ADEP, Mario Farfán, explicó que el reclamo se suscitó debido a la falta de respuesta del ministro de Educación, Rodolfo Tecchi, a compromisos asumidos en el marco de una mesa de diálogo.

El problema más acuciante es el pésimo transporte a la localidad de Santa Anta, en unidades que no reúnen las condiciones de seguridad para viajes de estas características. Farfán denunció que la precariedad es tal que una maestra tuvo que poner su media de nylon para reemplazar la correa del motor del colectivo.

La manifestación de ayer fue “pacífica”, aseguró el dirigente para agregar que “alguien dio la orden que llegue la Policía; se complicó y lo peor con la represión que sufrimos”.

Por su parte, el secretario de Gestión Educativa, Rufino Lizárraga, denunció que se quemaron dos oficinas, muebles y expedientes y que se realizarán las denuncias pertinentes en la justicia.

Lizárraga dijo que a través del diálogo se ha restablecido la calma y que se “está llegando a un acuerdo con los gremios y con las empresas”, encargadas del traslado de los docentes a las escuelas.

Explicó que “hay un medio de transporte público y además se había contratado un par de combis para que lleven a los docentes los domingos, miércoles y viernes”.

Indicó que se había llegado a tomar esa decisión atendiendo a que “hay que hacer una serie de cuestiones legales para desadjudicar y adjudicar otras empresas”.

Con respecto a los comedores escolares, el funcionario señaló que ese tema estaba siendo solucionado y atribuyó la demora en los pagos a la falta de rendiciones de cuentas por parte de los comedores. “De esta manera, se van a agilizar las partidas”, dijo.

Repudios

La Intersindical de trabajadores estatales repudió enérgicamente la actuación policial y advirtió que se “ve cristalizado en estos hechos las amenazas efectuadas a la clase trabajadora por el vicegobernador Jenefes”.

“Sordos al descontento ciudadano por las políticas de Gobierno, claramente evidenciados en la pérdida de más del 20% del electorado, salen hoy a reprimirlo ante una protesta pacífica de trabajadores que deben desplazarse en pésimas condiciones a enseñar a nuestros niños”, destacó la central sindical.

Agregó que “ciegos de soberbia criminalizan la protesta y son incapaces de una autocrítica, de abrir un dialogo genuino como mecanismo de resolución de conflictos”.

“Vaya nuestra solidaridad a los compañeros heridos y detenidos y a la docencia toda, que es agraviada por el ninguneo y menosprecio por su labor, aquí manifestada”, indicó para convocar a las entidades sindicales y de la sociedad civil a a “exigir con firmeza a este Gobierno un trato democrático a las demandas justas tanto de educación, como de justicia, control, salud y seguridad”.

Por su parte, el secretario general del SEOM, Carlos Santillán, sostuvo que “los municipales repudiamos que compañeros que tienen la vocación y la responsabilidad de educar a nuestros hijos bajo crónicas condiciones de precarización laboral, sea vean empujados a llegar a este nivel de enfrentamiento a partir de la permanente renuncia del Estado de su obligación de garantizar la prestación de un servicio elemental como el educativo”.