Jorge D’Andrea: “Si no invertimos en salud, vamos a seguir teniendo enfermeros trabajando al límite de la pobreza”

Jorge D’andrea es el Secretario general de la ATSA-Hurlingham, la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina. Es también presidente del Partido Justicialista de Morón. Como dirigente de un gremio que agrupa a trabajadores que están en la primera línea de combate contra el Covid, y como referente del peronismo en el conurbano, D’andrea analiza la situación de la sanidad en el gran Buenos Aires, en un momento de extrema gravedad provocado por la segunda ola de contagios por coronavirus.

-¿Cuál es la realidad de las clínicas hoy?

-Mal, muy mal, y me gustaría poder decirte otra cosa, pero la realidad es que desde hace más de 10 días que venimos muy mal, ya no hay más camas, no hay más camas de verdad, y en el medio tenés que escuchar cada cosa… yo digo: ¡che, piensen un poquito en la gente… en los médicos, nuestras compañeras enfermeras que realmente la están pasando muy mal!, hay compañeras que ya es el segundo año que no tienen descanso, cuando la pandemia bajó tuvimos que salir a trabajar lo que no se había hecho el año pasado, porque no es que solamente hay una sola enfermedad, no solo es coronavirus, hay compañeras y compañeros que tienen operaciones atrasadas del año pasado, que gracias a Dios no son urgencia y que se las pudo manejar pero bueno, en algún momento necesitan ser operado.

-La atención de esas enfermedades, cuando la pandemia dio un respiro, es el famoso “relajamiento” del que habló el presidente Fernández y que tantos comentarios generó…

-Claro, si, bueno, lo que pasa que está la mala fe de interpretar para el lado que les conviene, nosotros lo interpretamos perfectamente, el relajamiento no es que nos fuimos todos de vacaciones, no, al contrario, de hecho todavía tenemos compañeros que han sido operados de columna, compañeros que tienen tratamientos oncológicos y que había que operarlos y bueno, todo esto se había postergado y cuando frenaron un poco los contagios se avanzó con esos casos postergados, pero la segunda ola se nos adelantó, vino mucho más rápido, con una sociedad que se relajó, se fue de vacaciones, Semana Santa, dos millones de personas en todos lados, los padres que permitieron a los hijos irse de viaje de egresados, volvieron la mitad todos infectados, bueno, esto es la consecuencia de la irresponsabilidad social que mucho de nosotros tenemos ¿no? y asumiendo que es la sociedad en su conjunto, todos somos responsables, no le podemos echar la culpa al Gobierno de lo que no somos capaces de hacer nosotros, de no saber cuidarnos, y la verdad no hay otra alternativa, no hay otro remedio para aquellos que todavía no han recibido la vacuna, que cuidarse y dejar de lado cosas que son muy nuestras, como compartir un mate, el asado, la familia.

Son las cosas que nos gustan, ¿a quien no le gusta ver a su hijo vestido para ir al colegio? Pero me parece tremendo querer sacar rédito de esta situación cuando no hay nada más importante que la vida.

No puede haber especulaciones, de aquí nadie sale sin ningún golpe, sin un rasguño, hay que tener un poco de reflexión y ponerse a laburar codo a codo.

Todos tenemos razón, pero cuidémonos, y en esto yo lo defiendo al presidente, al gobernador, a los intendentes, que se rompieron el alma el año pasado para hacer en 60 días lo que no se había hecho en años inclusive armar ministerios que Macri había roto, y hoy se preocupan por la salud y la educación, la verdad que a veces causa gracia las cosas que dicen, pero indignan estos personajes siniestros, la verdad que son siniestros.

-Se insiste en defender territorios de acuerdo al color político. Se plantea que en la Ciudad de Buenos Aires no pasan los problemas que pueden ocurrir en el conurbano, sin embargo hay vecinos porteños que tienen que ser internados en clínicas del conurbano más allá de la obra social que tenga, porque en Capital ya no donde internar.

-Pero si, pero no tengas duda, las terapias intensivas están agotadas, y gente, -no estoy hablando de compañeros que no tienen obra social, porque de ellos se hacer cargo los intendentes y cada uno de sus municipios- estoy hablando de prepagan que pagan entre 25 y 30 mil pesos por mes, no tienen cama. Esta pandemia sacudió a todos, al que tiene mucha plata y quiere salir a comprar lo que no hay y lo que no te venden, que es la vacuna y aquellos que tienen una prestigiosa y cara prepaga y no tienen una humilde cama con un humilde respirador para poder ser atendido. En medio de una pandemia somos todos pardos, acá no hay clase, distinción social

Hay que mirar el mundo. Esto ya pasó en otros lados, y ¿por qué no nos va a pasar a nosotros? ¿Por qué creemos que a nosotros no nos va a pasar lo que le pasó a Francia, a España, a Alemania?

-Además de tu rol de dirigente gremial, tenés responsabilidad partidaria, en tu condición de presidente del Partido Justicialista de Morón. ¿Cuál es tu mirada del panorama político en este año electoral?

-Tuvimos una reunión de Consejo del partido la semana pasada por Zoom y el tema, obviamente, fue la pandemia, o sea no hay otra política. Lo que hoy nos ocupa es la pandemia, de casos que aumentan…

Nos preocupa mucho la toma de conciencia. Como Partido Justicialista queremos llegar a nuestros vecinos, nuestras vecinas… para insistir en la necesidad de que nos cuidemos. No es que queremos sembrar miedo, sembrar pánico, es plantear la realidad.  Queremos encarar el año próximo o a fin de este año, con una población ya vacunada, o la gran mayoría vacunados, y que podamos pensar en cómo reconstruimos lo que nos queda. Saber que después de esto, aquellos que hoy estuvieron enfermos de Covid mañana pueden tener consecuencias y tendrán que seguir un tratamiento, o sea no va a ser fácil todo esto, puede sonar cruel pero es la realidad, es lo que nos toca y lo tenemos que asumir como argentinos responsables.

-Esa reconstrucción es un desafió que va más allá de lo sanitario. También lo económico es un factor esencial.

-Por supuesto, tenemos la necesidad de ponernos de pie en condiciones muy difíciles…   la economía argentina viene de la pandemia de Macri y nos toca a nosotros, resolver esta situación, ver cómo nos recuperamos de todas las piñas que nos dejó el macrismo, por ejemplo el poder adquisitivo por el piso de los trabajadores, nuestras enfermeras están ganando 50 mil pesos por mes, y muchos recién en pandemia tienen en cuenta lo que gana una enfermera.

Reconstruir un país con cimientos sanos, fuertes, sólidos, es que los trabajadores tengan poder adquisitivo, nosotros no llevamos la guita afuera, no la blanqueamos en el exterior, no la escondemos. Nosotros la disfrutamos con la familia, la invertimos acá, en la Argentina.

-Se insiste mucho en el stress, en el cansancio físico de los trabajadores de la sanidad, también debe haber cansancio moral y hasta cierta impotencia en estar sometidos a semejante esfuerzo por un salario que no alcanza…

-Pero claro… Sabés lo que es estar en la línea de fuego, como están nuestros compañeros y compañeras, inclusive no teniendo horario para salir, porque si una compañera está enferma y te tiene que relevar, el que está no se puede ir, entonces se queda en doble guardia, trabajan de lunes a lunes sin vacaciones, sin francos, y para ganar 50 mil pesos,…

Por eso digo, ¿por qué no tomamos un poquito más de conciencia? Que aquel que está de joda en una fiesta clandestina piense que hay enfermeros, médicos, compañeros de limpieza que están cuidando algún familiar, de algún vecino, de algún amigo, o lo va a tener que cuidar a él…

-Vuelvo a lo económico, para que me des tu opinión sobre la situación específica de la salud en ese aspecto.

-Nosotros en el año 18 y en el año 19 nosotros hicimos dos movilizaciones muy grandes con reclamos a los gobiernos de Macri y de María Eugenia Vidal, en ese momento movilizamos más de 2000 personas en el centro de Morón y hablábamos de la necesidad de entender que la salud no es un costo, es una inversión y de la urgencia de invertir en salud. Nosotros veíamos el deterioro y le decíamos a PAMI que en ese momento un abuelo valía 3/4 kg de helado, ese el valor que se le pagaba para darle una atención digna y María Eugenia Vidal aranceló los valores de IOMA, cosa que los empleados municipales que son los que menos ganan de la provincia de Buenos Aires, tenían que pagar un bono para poder atender a sus hijos, o sea pusieron precio a lo que era la salud de los trabajadores más humildes. Y por qué hacíamos hincapié en PAMI y en IOMA? porque esa es la plataforma y marca la tendencia de lo que después tendrían que pagar las obras sociales, las prepagas y todo lo demás.

Si nosotros no mejoramos, no invertimos en salud, vamos a seguir teniendo enfermeras trabajando al límite de la pobreza.

Invertir en salud es además de invertir en camas, en respiradores, también es invertir en salarios.

Por lo general siempre a la salud le damos pelota cuando llegamos a la clínica. Allí nos damos cuenta el valor del médico, del enfermero y de una cama, después cuando nos curamos nos vamos y nos olvidamos. Pero esa enfermera que me cuidó, ese médico que me operó y me salvó sigue trabajando, sigue trabajando y todos los días. La salud, la educación, la seguridad y el trabajo son pilares de un país serio y creo que es ahí donde tenemos que empezar a apuntalar y hay que dejarse de tanto slogan electoral y hay que ponerse un objetivo solidario y pensar que de esta salimos todos, si no estamos juntos más allá de las diferencias, no salimos.

Hoy están nuestros viejos, nuestros trabajadores, nuestra gente, nuestros maestros, nuestra policía, tenemos que protegerlos porque nos vamos a quedar muy solos, y no debemos dañar tanto las instituciones y dejar de judicializar tanto la Democracia, que la política está para el debate, la política está para intercambiar opiniones y hacer lo que mejor le sirva a la sociedad. Creo que si empezamos a tomar conciencia de defender la Democracia realmente como la tenemos que defender, nuestra Argentina sale adelante en poco tiempo.

-¿Cómo está la situación económica de las clínicas privadas?

-Mal, mal…, la semana pasada se firmó una paritaria para compensar lo que había perdido el trabajador el año pasado, y la paritaria acordó un 10%, se firma a nivel nacional ese 10% y los dueños de las clínicas me vienen a ver a mi porque no pueden pagarlo. Es que las Cámaras… los que negocian por la parte empresarial, firman algo que después no se puede cumplir, por eso tenemos hace 20 el Sanatorio San Miguel cerrado, tenemos problemas en la Clínica Constituyente en Morón, tuvimos problemas en la Clínica San Andrés de Caseros de los Surachi, donde se muere el dueño y los hijos no se quieren hacer cargo de semejante responsabilidad en medio de una pandemia y 140 compañeros se quedaron sin trabajo; la clínica de Merech, la Sagrado Corazón en Hurlingham que viene a los tumbos desde el año 95, y antes también y ahora está cerrada…  Entonces nosotros hace 20 años que tenemos una emergencia sanitaria.  La emergencia sanitaria no es solo hoy porque estamos en una pandemia, el problema de salud es anterior y eso que en el gobierno de Néstor Kirchner y en el gobierno de Cristina se invirtieron 3  o 4 puntos más en salud, pero después con el gobierno de Macri todo se derrumbó, hasta el Ministerio de Salud nos sacó, en vez de avanzar retrocedimos, y todo se agrava hoy en medio de una pandemia.

Me preguntas como estamos y te digo que estamos muy mal, y que si no fuera por la vocación de servicio que tienen nuestros profesionales médicos, y si no fuera por nuestras compañeras enfermeras, compañeros enfermeros, que ponen todo hasta el  agotamiento físico y psicológico, si no fuera por esa vocación de servicio te puedo asegurar de verdad, que no tendríamos salud.

-Debiendo soportar incluso la pérdida de familiares y supongo de compañeros de trabajo.

-Pero se le han muerto compañeros al lado de ellos, compañeros que ellos mismos atendía. Por eso te digo, tenemos que tomar esto con extrema seriedad… clínicas que se cierran, trabajadores que quedan sin trabajo, pacientes que quedan sin cama. Hay que tener conciencia de la realidad de la salud, y trabajar para tener una salud como nos merecemos, para que nuestros trabajadores ganen lo que se merecen y que podamos pensar en una salud mucho más seria.

 

LA LABOR SINDICAL EN FORMACIÓN PROFESIONAL

“La política para mi es lo que pasa en la gestión, estar al lado de nuestra gente y seguir mirando con esperanza el futuro, sin quedarse sentado esperando que esto se solucione. Yo también soy parte, me siento comprometido a contribuir a solucionar cosas.

Y por ejemplo era un sueño que tenía esta Comisión Directiva de armar una carrera en odontología como es la de mecánico dental y con dos propósitos, que nuestros compañeros se capaciten y que tengan una salida laboral y la otra es, como sindicato poder realizarle las prótesis, algo muy caro para la realidad económica de nuestros compañeros… cuando yo te digo que una enfermera gana 50 mil pesos, la prótesis debe andar entre 40 y 50 mil. Y nosotros creemos que los humildes también merecen reírse ¿no? tienen derecho a reír sin que les de vergüenza.  Así fuimos haciendo el laboratorio, con maquinarias todas nuevas, fuimos haciendo de a poquito, en medio de la pandemia, con protocolos propios, tratando de que nadie se enferme, cuidándonos, y seguimos avanzando.

No lo pudimos inaugurar como nos hubiera gustado, con toda la comisión directiva y todos los trabajadores, pero de hecho está funcionando, está funcionando nuestra escuela de enfermería, siguen los cursos virtualmente, para que se reciban 20, 22 compañeras, compañeros en enfermería, es un aporte muy humilde, cuando necesitamos en el país 80 mil enfermeras.

Eso por un lado, y entre el 15 y el 20 de mayo estamos inaugurando los nuevos consultorios de lo que era Medisol, 20 de Octubre se va a llamar y ahí estamos laburando en Morón, a la vuelta del gremio, 30 consultorios con todas las especialidades y más porque ya Medisol nos queda chico, por eso hicimos esta obra que comenzamos hace 2 años y medio”.

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