San Juan: niegan que la empresa Dilexis esté en venta

San Juan: niegan que la empresa Dilexis esté en venta

Alejandro Ripani, dueño de la fabrica Dilexis SA, encargada de la elaboración de galletitas y venta al por mayor de productos alimenticios, negó que la empresa esté en venta pese a las dificultades financieras que atraviesa.

Alejandro Ripani, presidente de Dilexis, que elabora las galletitas Tía Maruca en la localidad sanjuanina de Albardón, llevó tranquilidad a cientos de familias al afirmar que le empresa no está en vente.

En medio de los rumores desatados por la situación financiera que aytraviesa la alimenticia, el empresario sostuvo: «Nuestra posición es no vender, la empresa no está en venta».

Dilexis está atravesando un concurso preventivo de acreedores con el objetivo de evitar la quiebra de la compañía.

Los rumores afirmaban que la firma estaba buscando interesados en adquirir la fábrica.

Según El Diario de Cuyo , Ripani declaró su voluntad de continuar mientras espera que  la Justicia Comercial homologue el acuerdo con los acreedores, el cual evitó la quiebra de la firma.

Cabe destacar que la planta situada en Albardón representa una importante fuente empleo para la localidad y el vecino departamento de Angaco.

A fin de llevar tranquilidad a las 35o familias que dependen de forma directa de la fábrica, el empresario desmintió que exista un plan de retiros voluntarios del personal: «No hubo despidos, hubo un acuerdo con algunos trabajadores que no tenían el desempeño que queríamos», sostuvo el empresario.

Golpeados por el macrismo

Las tres partes, Tía Maruca, Dilexis y el propio Ripani, tuvieron que solicitar un concurso preventivo de acreedores en noviembre del 2019 en un intento por reestructurar sus deudas y continuar trabajando.

En aquella fecha se estimaba una deuda superior a los 300 millones de pesos.

Este pasivo ponía a la empresa en una complicada situación  financieramente y la única opción que le quedaba para seguir operando era llamar a los acreedores para renegociar las deudas, entre ellas con los proveedores.

Gracias a la buena predisposición de las partes, en el difícil contexto de la pandemia que paralizó la economía, se logró un acuerdo con los acreedores lo que le permitió a la empresa continuar con la actividad y sostener los empleos.

Alejandro Ripani compró la fábrica en marzo de 2017 a la multinacional Pepsico.

Parte del problema que generó la millonaria deuda, fue que parte de la inversión fue a través de deuda tomada en dólares.

La empresa se encontraba facturando en pesos, con obligaciones en otra moneda y padeciendo un gobierno de corte neoliberal que priorizó la especulación financiera a la producción y la expansión del mercado interno.

Comentá la nota