El conflicto entre los trabajadores municipales de Cipolletti nucleados en Sitramuci y el Gobierno parece no tener fin. Los días pasan, el diálogo es nulo y la situación se tensa cada vez más.

El secretario general del gremio, Omar Meza, dijo que lo que ellos esperan es ser convocados por el intendente Aníbal Tortoriello para hablar y tratar de buscar una solución a este conflicto que lleva ya más de una semana. Sin embargo, por ahora no los llamaron.

Además, cree que la situación se va a agravar aún más porque ayer tomaron conocimiento del despido de dos trabajadores del Centro Infantil de Ferri.

Por todo eso, ayer los municipales volvieron a movilizarse por las calles de la ciudad con el objetivo de exponer sus denuncias ante la opinión pública y que su reclamo se haga oír en los despachos oficiales.

Ayer salieron un poco más tarde del predio de calle Estado de Israel. Luego llegaron al centro cipoleño al ritmo de los bombos y redoblantes y cortaron el tránsito frente al edificio de Gobierno. Después se dirigieron hacia la sede municipal de calle Brentana, donde ingresaron y protagonizaron momentos de tensión, aunque sólo estuvieron allí unos minutos. Se retiraron siguiendo la protesta en el exterior.

La falta de respuestas está generando malestar y enardeciendo a los empleados, que aseguran que esta semana podrían endurecer aún más las medidas de fuerza. Recordaron que por el momento el servicio de recolección de residuos está garantizado.

Anticiparon otra movilización para hoy y una asamblea general en la que convocarán a todos los empleados de la Municipalidad a sumarse a las medidas de fuerza.

Mientras tanto, avanza también la causa judicial luego de que el intendente Tortoriello denunciara a los trabajadores por no permitir dejar salir del predio de Servicios Públicos a los camiones recolectores, algo que ya fue negado por los acusados.

Uno de los pedidos del gremio era la entrega de ropa de trabajo, algo que ya se cumplió por parte del Ejecutivo, luego de que arrancaran las medidas de fuerza. Sin embargo, todavía hay temas pendientes que no fueron atendidos y que generaron esta dilación en el conflicto. Plantean, principalmente, que se fije una fecha para el pase a planta de más de 200 trabajadores y se incorpore a todos los eventuales, algo a lo que el Ejecutivo se comprometió.

A todo esto, la denuncia ante la Justicia a raíz de las medidas de fuerza sólo generó más malestar. Desde el gremio sostienen que son más de 300 los empleados que adhieren al paro.

La postura del Municipio

Si bien por el momento Tortoriello optó por llamarse a silencio y dejar que la voz cantante la llevara el secretario de Gobierno Diego Vázquez, en el Ejecutivo la idea que tienen del conflicto es clara: se trata de una cuestión política.

Por eso es que ven una mano negra detrás de la protesta, más cuando entregaron la ropa solicitada por la que habían comenzado con el paro y las medidas de fuerza no sólo no cesaron, sino que se profundizaron aún más.

Sin actividad

¿Cómo están los servicios?

El área de Servicios Públicos lleva nueve días completamente paralizada. Sin embargo, la recolección de residuos comenzó a reactivarse a partir de esta semana. De todos modos, no se alcanza a cubrir la totalidad de los barrios. El barrido y el mantenimiento de plazas están suspendidos.