La medida fue adoptada por irregularidades en los comicios internos de 2010. La intervención devendría en un nuevo llamado a elecciones para la definición de la conducción del gremio que hoy lidera Wálter Cortés. Pero el oficialismo apeló la medida, y asegura que no existe un cambio de status en la situación del sindicato.
El extenso proceso administrativo y judicial se inició en 2010 con la denuncia de integrantes de un sector opositor al oficialismo que conduce Wálter Cortés, que planteó la imposibilidad de participar en el proceso comicial. En aquel momento se detallaron una serie de presuntas irregularidades que impidieron la realización de elecciones internas. Favián Carro lideraba el grupo que quedó al margen del comicio.
Ahora, tras un dilatado proceso, el ministerio que conduce Carlos Tomada dio por cierto la existencia de dichas irregularidades, y determinó la intervención, que podría derivar en un llamado a elecciones.
Por su parte, el propio Cortés presentó un recurso de apelación, y anticipó que tal medida tiene un "efecto suspensivo" sobre la Resolución del Ministerio de Trabajo, por lo cual, para el oficialismo gremial, la intervención no está vigente.
En el documento, se solicita a la Federación -organización madre de la AEC Bariloche- que se abstenga del nombramiento del interventor y evite proceder al desalojo de la sede gremial de la calle Morales 524.
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