"El sindicato ya había presentado en marzo último sus reclamos por escrito, en el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Luego de varias reuniones con funcionarios provinciales y el alerta lanzado a los medios periodísticos sobre la grave situación de higiene y seguridad laboral, nada cambió en la empresa que administra el Grupo tucumano Ruiz", señaló el dirigente de la organización.

Cuenca aseveró que el gremio "no obtuvo aún respuestas de funcionarios y empresarios", quienes "no cuidan la salud de los trabajadores, incumplen los protocolos sanitarios y solo se preocupan por la marcha de lo económico". 

El sindicalista enfatizó que ya son más de 80 los casos positivos en coronavirus en el ingenio y que hay centenares de operarios "sospechosos" de haber contraído el mal, y denunció que a Ruiz solo "le preocupa el funcionamiento de la empresa".

Según el dirigente gremial, en declaraciones a Canal 4 "el empresario sostuvo que 'se intentará que los trabajadores que no están enfermos se enfermen lo más despacio posible'".

"Ello persigue la necesidad patronal de no entorpecer la producción y la zafra. El empresario oculta la realidad, miente y continúa actuando como si nada pasara. Privilegia solo sus ganancias y desprecia la salud y la vida", advirtió Cuenca.

El Grupo Ruiz actúa como "el Ingenio Ledesma de Jujuy, en el que ya hubo varios fallecidos y centenares de contagiados, y denunció que en Campo Santo, donde está ubicado el San Isidro, el personal cumple jornadas de 12 horas diarias para compensar la supuesta ausencia de quienes ya se enfermaron", puntualizó el gremio en un comunicado.

"Por acción u omisión, el propietario de la empresa Zadar S.A. hace lo que quiere en plena batalla nacional contra la pandemia de la Covid-19", dijo Cuenca, quien se pronunció a favor de "la vida y los derechos de los trabajadores".

El gremialista enfatizó que los empresarios profundizaron "la persecución iniciada el mismo día que asumieron la dirección del principal polo productivo del departamento salteño de General Güemes", y denunció masivos despidos y "el invento de un sello ilegal para arrogarse a través de un grupo financiado por la compañía la representación sindical del personal".

"Esto ya se asemeja a una masacre. No se sabe qué más debe ocurrir en el ingenio para que el poder político provincial actúe", concluyó Cuenca.