Desde hace un par de meses, los recolectores vienen alzando la voz para pedir que se los tenga en cuenta en el plan de vacunación.

En su momento, de hecho, instigaron a las autoridades refiriendo que “pasamos de ser esenciales y que la gente nos salga a aplaudir, a que no se nos tenga en cuenta”.

Tras la presentación de varias cartas y de insistir con el pedido, en las últimas horas los trabajadores recibieron un llamado que les da esperanza de poder ser inoculados.

Cristian Cabral, dirigente local del gremio Surrbac, confirmó a El Diario que “nos llamaron desde la Secretaría de Salud para avisarnos que nos empecemos a inscribir por el Ciudadano Digital”.

“Es una buena noticia, vamos paso a paso, estamos en la espera ahora. Pero llegamos a un punto en que amenazamos con tomar medidas, porque nos pareció injusto que a bomberos los vacunen y a nosotros que le ponemos el pecho a las balas nos dejaron de lado”, resaltó Cabral.

El trabajador de la recolección contó que “nosotros ya nos quejamos, presentamos notas, hicimos todo lo legal, y ahora nos llamaron para que nos anotáramos en el Ciudadano Digital y enviáramos una solicitud por ser esenciales”.

Según detalló, hace meses desde el gremio enviaron el pedido al Ministerio de Salud de Provincia, y también a cada municipio. “Incluso de parte de la empresa, Cotreco, envió pidiendo nuestra vacunación”, sostuvo.

De esta forma, son 65 los trabajadores locales que se anotarán para vacunarse. “Hemos tenido contagiados, seguimos peor que antes, ahora tenemos a cuatro compañeros positivos y aislados a varios”, indicó.

En ese sentido, con este panorama, indicó que “estamos a contrareloj para garantizar el servicio, se hace difícil, gracias a Dios muchos es gente joven y tan mal no pasan si se contagian, pero tenemos gente grande que estuvo 20 días en un hospital”.

“Redoblamos turnos, hay compañeros que trabajan doble. No es fácil, se van rotando entre ellos, nadie quiere ya porque estamos muy expuestos y el cansancio físico trae consecuencias también, nuestro trabajo no es de oficina, uno expone todo el cuerpo”, puntualizó Cabral.

So bien dijo que “por lo menos hubo un llamado” por parte de autoridades sanitarias locales, asegura que las cartas no las contestaron, y aclaró que “hubo que levantar una amenaza de cortar el servicio para que nos dijeran algo”.

“Si se restringe el servicio, todos van a saber lo que está pasando y que tan esenciales somos”, lanzó, aclarando que esperarán hasta la próxima semana “y si no hay algo concreto, veremos que acción tomamos”.