La resistencia obrera en Curtarsa

La resistencia obrera en Curtarsa
EL CIVISMO fue a la curtiembre y dialogó con quienes impulsan una rápida reactivación. Delegados del SOC admitieron que no habría novedades hasta los primeros días de febrero. Igual gestionan trabajo para un sector seco y mantienen la idea de armar una cooperativa.

Desde la Sindicatura que entiende en la causa por la quiebra de Curtarsa se permitió que no más de 40 trabajadores se mantengan dentro de la planta en una guardia que intenta evitar sabotajes o el desmantelamiento de la curtiembre. En el ingreso, lo único realmente activo: la seguridad privada, solventada por la misma Sindicatura. El resto del enorme complejo industrial es testigo mudo de las maniobras que lo llevaron al actual estado.

EL CIVISMO visitó el miércoles la planta de Curtarsa y dialogó con los referentes locales del Sindicato de Obreros Curtidores de Capital Federal y Gran Buenos Aires (SOC), que ese día se reunieron con el secretario general de esa organización sindical, Walter Correa.

A la salida de la charla compartida en un desvencijado comedor, Correa aseguró a este medio que "por nuestra característica como organización sindical lo que pretendemos es organizar a los compañeros. En los peores momentos, como estos, salir a bancarlos. Tal vez otros sindicatos, con otras metodologías, se corren. Nosotros hacemos lo contrario".

Correa dijo estar convencido, "por la característica de esta planta industrial, que se puede poner a trabajar".

- ¿Cuál es el panorama del sector para tratar de entender el presente de Curtarsa?

- "La pregunta la puedo responder con el ejemplo de La Matanza. En 2012 la producción se incrementó en casi 700 mil cabezas más. Y el cuero como materia prima bajó su precio. Si lo analizamos, veremos que el trabajo está en una meseta. Hay cueros para producir".

- ¿Qué pasó entonces en Curtarsa?

- "Acá se manejó como una empresa soviética. Todos los que vinieron lo hicieron para lucrar en lo personal y también desde grupos colectivos, pero nadie se preocupó por los trabajadores, por la industria o por la periferia. No hubo una política clara para el medio ambiente y la relación con los vecinos. Esta fábrica no tiene la característica del resto. Acá la administraron pero no la condujeron".

Aún con optimismo, Correa admitió que los caminos de la reactivación no serán sencillos. "Hoy hablamos, la semana que viene volveremos. En lo personal vengo de una experiencia parecida en Paso del Rey. En 1998, en plena crisis, cerró la fábrica y tuvimos que bancar y sostenernos un año para poder reabrir. Hoy ahí estamos trabajando con 200 personas. Eso lo queremos aportar a los compañeros de Curtarsa".

- Esa experiencia, ¿era una planta de esta magnitud?

- "Era grande, aunque más chica que esta empresa. Igual la consideramos viable. En el padrón de mi sindicato hay 321 curtiembres. De esas, sólo 10 tienen planta de tratamiento de efluentes. Lo más importante de esta fábrica es su planta de tratamiento. Si eso lo ponemos al servicio de la industria y de la comunidad, será beneficioso para todos. Esto traerá, sin duda, inversores y gente con ganas de trabajar".

El secretario general del SOC estimó que "si a esta planta se la pone a trabajar como corresponde no tendría los problemas que se ven en zona sur, donde la ACUMAR fiscaliza constantemente a las curtiembres por la contaminación y lamentablemente hay muchas dificultades porque muchas fábricas no están en condiciones de trabajar. Curtarsa sí lo está".

"Su planta de tratamiento es una de las más importantes del país. Da la posibilidad de que los compañeros tengan trabajo", remarcó.

- La organización pos quiebra, ¿puede ser a través de una cooperativa?

- "Hoy vinimos con un compañero de San Martín (de Cueroflex) que participa en una cooperativa. El sindicato va a avalar una cooperativa conducida por los propios trabajadores. No a cuatro vivos que se llenan de plata y los compañeros se llevan 300 pesos por semana, porque esto también pasó. Armaremos la cooperativa como último recurso, pero si mañana o pasado aparece un industrial para producir, desechamos a la cooperativa y nos podemos al servicio del comprador. En la lucha, ante estas situaciones, decimos que no buscamos patrones sino trabajo".

Con todo, Correa marcó los plazos insoslayables establecidos por la feria judicial. De todos modos, adelantó que "estamos hablando con la Cámara de Pequeños y Medianos Empresarios de Buenos Aires y ya participaron los delegados. Nos reunimos en estos días con la Cámara grande y también queremos acordar con varios empresarios con la idea de que traigan trabajo a Curtarsa. No quiero pecar de optimista, pero sé de gente que quiere visitar la planta con el criterio de ponerla a trabajar".

- ¿Sería en el marco de una reconversión?

- "Hay un viejo proyecto de siete años atrás que era el polo industrial del cuero. Queríamos avanzar en La Rioja pero nosotros queremos volcarlo acá. La capacidad operativa sirve. En los galpones se puede manufacturar y somos optimistas. No hay que bajar los brazos".

- ¿Una de las peores contras para la reactivación es el paso del tiempo?

- "Desde la organización sindical hacemos todo lo posible. Conseguimos alimentos, medicamentos y demás. Ayer (por el martes) enviamos una nota al Ministerio de Trabajo para que se extienda el pago del REPRO; pusimos un abogado por el tema del concurso y otro más especialista en quiebras y concursos para la cuestión fiscal. Queremos que los compañeros tengan efectivos todos los años de aporte. Hacemos todo lo que podemos y lo seguiremos haciendo".

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