“Venimos de distintos sectores pero nos une la misma injusticia”, comenzó relatando Marta Secreti, explicando que algunos de los perjudicados recibieron el aviso en plena pandemia pero, con el paso del tiempo, descubrieron a otros que “hacía dos años estaban peleando por lo mismo”.

A lo largo de este período y, a pesar de ir con buena predisposición, “nos sentimos maltratados y sin respuestas. Además, nos enteramos de que el IPS no podía jubilar porque no podía hacerse cargo de los gastos; por lo cual, a nosotros nos iba a pasar lo mismo, a pesar de haber aportado a la caja”.

“Dejamos la vida en este Municipio y no somos ñoquis, sino extrabajadores que hoy merecemos cobrar”, indicaron, al margen de que “se nos hace difícil llevar los trámites vía online, ya que no hay una interacción con los representantes; sí los abogados lo estarían logrando”.

En relación a los avances logrados gracias a su intervención, dijeron que el secretario de Economía gestionó la liquidación final; de todas formas “es triste llegar a esta instancia donde tendríamos que estar tranquilos y no lo estamos”, se lamentó Edgardo.

Por otro lado, recordaron que tanto los representantes de ATE, como las autoridades locales, incluido el intendente, se pusieron a disposición porque “tienen buena relación con el director del IPS, pero nunca fuimos convocados”.

“En todo esto hay dos cosas que nos gustaría saber y es la lista de quienes están en la misma que nosotros y cuándo se va a empezar a movilizar nuestro expediente”, concluyeron, abiertos a toda ayuda de buena fe.