La toma de diarios, un atentado a la libertad de expresión

La toma de diarios, un atentado a la libertad de expresión

Ayer, un grupo de trabajadores agrupados en un gremio provincial sin personería sindical homologada por la subsecretaría de Trabajo de la provincia, procedió a realizar una huelga con toma del Diario y otras acciones directas violatorias de derechos consagrados en la Constitución Nacional y en el Código Penal.

Nuevamente una triste noticia se apodera de los sentimientos de los catamarqueños en particular y de los argentinos en general. Nos referimos a la toma del Diario LA UNION por parte de un grupo de trabajadores afiliados a un gremio de prensa que carece de personería para hacerlo, lo cual siendo una acción de hecho, constituye en su esencia, un atentado a la libertad de expresión y una flagrante violación al Estado de Derecho.

Ello es así porque por encima del legítimo derecho a la huelga que tienen los trabajadores, existen otros derechos de mayor rango que deben ser enfáticamente tutelados por el orden jurídico constituido y por la justicia. En primer lugar, el derecho al trabajo, consagrado en la primera parte de la Constitución Nacional “Declaraciones, Derechos y Garantías” es un derecho inalienable consagrado en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y específicamente en el art. 14 de nuestra Ley Fundamental.

Por orden de prelación, primero se encuentra consagrado el derecho del trabajo y en segundo término, el derecho de huelga, art. 14 bis, segunda parte. La demanda de reclamos laborales no puede en ningún caso conculcar el natural derecho del ser humano de trabajar y llevar el sustento a la prole. Ayer, un grupo de empleados han violado el derecho al trabajo y la libertad de elegir a no hacer la huelga.

Han gritado y golpeado muebles en una reunión convocada por la dirección del diario, han tomado las instalaciones de la Redacción y de la radio constituyendo ello una clara violación de domicilio; han faltado el respeto al director, han amenazado a otros trabajadores, han proferido desde el anonimato de las redes sociales todo tipo de injurias y calumnias no solo a los propietarios y directorio del diario, sino también a empresarios y directores de otras empresas que han invertido e invierten en Catamarca.

Han invitado a gente honesta que trabaja en la capital de la provincia a que regresen a sus lugares de origen, proponiendo un linchamiento mediático inaceptable. Han ventilado de manera artera e ilegal, los ingresos de la pauta oficial, mal informando a la opinión pública toda vez que es sabido que cualquier empresa tiene ingresos y egresos. Y lo más grave es que no sabemos si usted, ciudadano de a pie, podrá leer esta triste reflexión, ya que por estas horas se amenaza con el bloqueo a la distribución del diario, otro delito inadmisible en la Democracia. Ser tolerantes con quien piensa distinto es respetar uno de los pilares básicos del sistema de libertades cívicas, y ayer en Catamarca se han violado las libertades individuales y eso es un hecho grave, sin precedentes.

Esta huelga salvaje está violando los derechos relativos a la libertad de opinión, libertad de prensa, acceso a la información y, como dijimos al principio, el derecho al trabajo. La toma de un diario es un delito y, como tal, debe ser juzgado. Las quejas y reclamos de los trabajadores de prensa tienen un límite en el propio derecho que ejercen. Reiterando nuestra intención expresada en la reunión del 16 de marzo pasado en las instalaciones del diario, invitamos a los trabajadores a deponer su actitud y retomar el camino del diálogo.

 

El Directorio

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