A los pobladores del Barrio Obrero y otros asentamientos se les está acabando la paciencia con el Municipio. Todavía no tienen respuestas a sus reclamos de regularización del servicio eléctrico y menos aun a su ya histórico planteo de urbanización de sus tierras, para lo que insisten en el camino de la expropiación.

El temporal de la semana pasada y sus nefastas consecuencias para los sectores de la periferia, en particular de Ferri y Santa Elena, contuvieron las demandas permanentes de las tomas. Sin embargo, como los días siguen pasando y no se observan avances concretos en sus reivindicaciones permanentes, los vecinos consideran que llegó el momento de intensificar sus requerimientos.

La dirigente Lilia Calderón manifestó ayer que hoy, con otros referentes, volverá a hacerse presente en la Municipalidad para demandar al intendente Aníbal Tortoriello y el secretario de Gobierno Diego Vázquez que se concrete una reunión cuanto antes, si es posible incluso el fin de semana.

Manifestó que la proximidad de las elecciones nacionales de octubre y del tramo final del año tornan necesaria una definición de la comuna en cuanto a garantizar la normalización de la prestación eléctrica, muy precaria en la mayoría de las tomas, donde suelen producirse frecuentes principios de incendios e, incluso, siniestros de magnitud.

Calderón destacó también su intención de volver a hacerse presente a cada sesión del Concejo Deliberante, con el fin de exigir a los ediles que apuren las definiciones que puedan ayudar a los asentamientos, en particular, las que tienen que ver con la propiedad de las tierras.

“En el Barrio Obrero y otros sectores necesitamos que se avance con celeridad en el proceso de expropiación. Ya ha pasado demasiado tiempo y casi no hay avance”, enfatizó. Consideró valioso el proyecto de urbanizar 500 hectáreas al norte de Circunvalación Presidente Illia, pero fue categórica en que concejales y autoridades de la comuna apuren la expropiación y solucionen de una vez la incertidumbre y dificultades que enfrentan los vecinos.

En los asentamientos no quieren que se arribe a un nuevo año, por el 2018, sin respuestas y medidas concretas.

En juego

Expropiación y más tierras

Medida drástica. En el Barrio Obrero consideran que ya no hay nada que conversar con Carlos Romero, quien ha venido reclamando la propiedad de las tierras. Sostienen que ya no hay diálogo posible.

Sumar hectáreas. El Municipio tiene decidida la urbanización de 500 hectáreas pero hay pedidos en Nuevo Ferri y en Santa Elena para que se amplíe la zona proyectada.