La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) filial Quilmes, realizó ayer un escrache frente a las puertas del laboratorio ubicado en calles Dorrego y Moreno, en Quilmes Este, reclamando la plena vigencia del estatuto 42/89.

Ricardo Romero, secretario general del gremio, explicó que "incumplen las categorías, no permiten a los trabajadores afiliarse, al punto de que sólo hay 13 empleados afiliados sobre un total de cien".

"A nuestros delegados no los dejan salir (para sumarse a la protesta), les cerraron las puertas con llave. A los afiliados a nuestro gremio no les dan la categoría que corresponde, y sí se la dan a los jóvenes para comprarlos, para que no se afilien. Y es muy lindo trabajar en un laboratorio, pero que respeta los derechos de sus trabajadores".

"Hace muchos años que venimos dialogando con la doctora Jorgelina Bello. Antes de ayer (el martes) estuve una hora esperando que me atienda, y no me recibió. Y yo soy el secretario general de un sindicato que no acostumbra a realizar movilizaciones permanentes. Soy el titular de un sindicato que lo único que pretende es que se respete a los trabajadores como corresponde", dijo Romero.

FAMILIA BELLO

Por su parte, Mario Pilepich señaló que "estos Laboratorio Drawer SA son un desprendimiento de otro, que conducía el papá de Jorgelina Bello. Mientras él conducía, una muy buena persona, el laboratorio nunca tenía estos problemas".

"Acudiremos al Ministerio de Trabajo, vendremos con seguridad laboral, para que vean que nuestra asociación sindical no se queda con los brazos cruzados, para que respeten los derechos de los trabajadores", continuó Romero.

"La democracia la conseguimos entre todos los argentinos, pero este tipo de democracia que esta empresaria practica en este laboratorio, no la queremos. Los empresarios tiene que cumplir sus obligaciones, como los hacemos los trabajadores, respetando la ley", finalizó.