El secretario General de Suteba Seccional Cañuelas, Norberto Avans se refirió al inicio de clases presenciales en medio de la pandemia de coronavirus y advirtió que desde el sector entienden que las condiciones no están dadas, a pesar que el ministro de Educación, Nicolás Trotta, anunció que el 1 de marzo comenzaría en la provincia de Buenos Aires.

“Esto es el día a día y pueden sucederse cambios. Hay más reuniones por delante y falta preparar la presencialidad”, afirmó el gremialista de nuestra ciudad durante un llamado de este medio.

–¿Están pidiendo los gremios la vuelta a clases? 

–Se pide que todo debe estar en condiciones y siguiendo el protocolo jurisdiccional con sus ocho anexos, donde se indica la vuelta a clases. Pero sigue siendo incierto, ya que hay que ver si empiezan las vacunas en febrero para los docentes. Y si se da la vuelta a clases el 1 de marzo será paulatino, presencial y virtual. Con grupos de 15 alumnos, horario reducido y bajo normas de higiene.

–¿Las escuelas son un factor de transmisión? 

–Si hay mucha gente claro, se trata de lugares con los docentes, auxiliares y los chicos. Se trata de que no se amontonen las personas para evitar los posibles contagios.

–¿Por qué en otros países siguió el dictado de clases?  

–Hay países que tuvieron que retroceder con sus medidas. Y en nuestro país tenemos zonas muy diferentes. Cada gobernador acepta o no el inicio de clases y a su vez estudiará con los intendentes. En la Provincia están funcionando las escuelas de verano conocidas como ATR, que es una modalidad distinta, pero con grupos reducidos, actividades que no son en las escuelas y al aire libre.

–¿Los docentes se vacunan en febrero? 

–Es lo que se está diciendo. Aparentemente seremos los primeros.

–¿Se confirma que vuelven las clases en marzo? 

–Esto es un día a día. Se empieza si no hay muchos contagios. El inicio será con grupos reducidos. La idea es empezar el 1 de marzo, pero no como era antes. El virus sigue circulando. 

–Algunos analizan que se producen daños en los chicos por no estar en su escuela. 

–El chico o el adulto sufre. Estos encierros no hacen bien, necesitamos del otro, pero si seguimos con un esfuerzo salimos adelante. Los docentes han llevado un esfuerzo en esta situación para seguir con las actividades y los chicos siguieron aprendiendo. La continuidad pedagógica se siguió dando. Y es normal que el chico reclame estar con su grupo de compañeros, pero estamos frente a un nuevo aprendizaje colectivo.

–¿Es bueno seguir con las escuelas cerradas? 

–Las escuelas están abiertas y los chicos pueden estar, pero en grupos reducidos, no con el total de la matrícula y llevando adelante los protocolos. Hay que estar además de los barbijos, la higiene de las manos, los auxiliares limpiando. Los chicos no podrán estar con todos los útiles y mochila, compartiendo la taza.  Hay un protocolo jurisdiccional que indica todo. Las aulas deben tener además de buena ventilación, que sea cruzada, con las puertas y ventanas, además del patio abierto.

–¿Los gremios tienen que pactar con el Gobierno la vuelta a clases? 

–Pacto no, suena feo. Lo que hace el gremio es con el diálogo, llevar al Gobierno los temas, como se asegura para que las escuelas lleven la presencialidad. Hasta ahora desde Suteba relevamos la infraestructura y necesidad de las escuelas en el distrito de Cañuelas, donde se están llevando adelante obras. Tenemos reuniones con funcionarios de La Plata y de Salud de nuestra ciudad.

–¿Están ocupados sobre el tema los gremios? 

–Sí, mantenemos reuniones y respondemos a las secretarías de la Dirección de Escuelas y además seguimos en contacto también por la entrega de bolsones de alimentos.

–¿Quieren volver los docentes a las clases? 

–Depende de las condiciones sanitarias. Muchos queremos volver. Estar en el aula es el cara a cara. Es agotador preparar material desde la conectividad como material escrito y llevárselos a los chicos para garantizar la continuidad pedagógica. El 2020 fue muy agotador, fue sin horarios, con chicos que mandaban la actividad resuelta a la noche porque antes no tenían conectividad. Hay familias que no tienen computadora o hay una sola y son varios integrantes, lo mismo pasa con el teléfono celular.