El incremento salarial en el sector mercantil, la paritaria más numerosa al involucrar los sueldos de más de 1,2 millón de trabajadores, deberá aguardar hasta mitad de año para conocer una definición. Es que después de haber consensuado la semana pasada el aumento correspondiente a la revisión del acuerdo paritario de 2019, los representantes sindicales y empresarios de Comercio convinieron patear por lo menos hasta junio las discusiones por la recomposición de este año.

En la actividad suponen que a esa altura ya se habrá definido el proceso de renegociación de la deuda que el Gobierno llevará adelante con el FMI y los acreedores externos (presumen que con un resultado favorable a las aspiraciones oficiales) y, por lo tanto, se tendrá mayor previsibilidad sobre el escenario económico y la evolución de algunas variables clave, como el caso de la inflación, durante el segundo semestre de 2020.

Tanto desde el sector empresario como en el gremio de empleados de comercio, que comanda Armado Cavalieri, defendieron esa decisión y mencionaron que otras actividades que prevén revisar sus convenios de 2019 podrían replicar el mismo esquema: aplicar un incremento por el acuerdo del año pasado que posibilite prorrogar dos o tres meses la negociación de la nueva paritaria.

"Se acordó un aumento que se terminará de completar en abril con una suma no remunerativa de $ 2000 que luego se incorporará a los básicos y así poder discutir el nuevo aumento en junio cuando tengamos más clara la situación económica", confiaron fuentes sindicales. Una posición similar apuntaron desde las cámaras de la actividad donde advirtieron sobre las dificultades que atraviesa en el sector para poder afrontar el pago de nuevos incrementos.

Con la revisión definida la semana pasada el salario promedio en el sector mercantil alcanzó a $ 45.000 (si se considera la antigüedad y otros adicionales de convenio), totalizando para 2019 una suba del 52%, apenas un par de puntos por debajo de la inflación.

Mientras el acuerdo mercantil logró satisfacer las pretensiones del Gobierno, ya que privilegió -por recomendación oficial- el formato de suma fija para los aumentos, las autoridades laborales observan con más preocupación la discusión en la paritaria aceitera en la que el gremio se resiste a ese esquema y reclama una recomposición del 25%. La semana pasada activó una medida de fuerza que quedó en suspenso por 15 días tras el dictado de la conciliación obligatoria.