La marcha de la CGT a Plaza de Mayo levantó polvareda a ambos lados del mostrador. Mientras que desde el Gobierno minimizaron la movilización, la central obrera salió en defensa de la convocatoria al considerar que se trató de una “llamada de atención”.

En ese contexto, el secretario general de UPCN, Andrés Rodríguez, dijo que la marcha "no" constituyó una "provocación hacia el Gobierno". En declaraciones a FM Milenium, el sindicalista insistió con que se trató de "una protesta" y planteó que "el Gobierno tendría que esforzarse, en lugar de generar una mecánica de enfrentamiento, en convocar a un diálogo constructivo en la búsqueda común de soluciones".

"Se tiene que comprender que la agenda social que nosotros representamos, fundamentalmente el sector del trabajo. Por lo tanto, no es una provocación hacia el Gobierno, ni mucho menos; es una llamada de atención", definió Rodríguez.

Por otra parte, consultado sobre los gremios que decidieron no ir a la marcha, Rodríguez destacó la presencia de columnas de Comercio o de la Unión Obrera Metalúrgica: “Conozco la idiosincrasia de algunos de los dirigentes de esos gremios que nunca han estado en las movilizaciones personalmente como dirigentes o han estado muy poco".

La cuerda entre la Casa Rosada y Azopardo parece tensarse cada vez un poco más. Horas antes de la movilización el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, había evaluado que la convocatoria de la central obrera tenía "tufillo político". A esas declaraciones se sumó la decisión de Macri de desplazar a dos funcionarios ligados al mundo del sindicalismo.