De la mano de la alta inflación y de la caída de la actividad económica, en los gremios del sector privado empieza a hacerse cada vez más palpable el temor a los despidos y las suspensiones masivas. La preocupación alcanza inclusive a los sindicatos más identificados con la Casa Rosada: “Hoy en la construcción tengo 430.000 trabajadores, pero si hay una situación inflacionaria de descontrol absoluto volvemos para atrás y pierdo 100.000 puestos. Cuando hay un proceso descontrolado de precios los primeros que perdemos somos los trabajadores”, alertó Gerardo Martínez, titular de la UOCRA y quizá el sindicalista con mejor llegada a Cristina Kirchner.

En la construcción se habían perdido en el último año 20.000 empleos, pero debido a una serie de “medidas anticíclicas ya se recuperaron unos 8.000”, detalló a Clarín Martínez. La cuenta aún da negativa: quedan 12.000 trabajadores de la construcción que siguen sin conseguir empleo.

El panorama es igual de preocupante en otros gremios. Antonio Caló, secretario general de la UOM y titular de la CGT oficialista, estuvo la semana pasada en Tierra del Fuego: viajó especialmente porque hay 3.000 metalúrgicos en Ushuaia y Río Grande a los que se les vencen en el próximo mes sus contratos de trabajo y todo indica que no se les renovarán en el corto plazo.

Otros 1.200 metalúrgicos que se desempeñan en la terminal PSA Peugeot Citroën de Villa Bosch se encuentran suspendidos desde hace seis meses. Trascendió que seguirían licenciados por lo que resta del año.

En SMATA calculaban en septiembre que los trabajadores afectados por suspensiones algunos días al mes en la industria automotriz eran más de 13.000 y que durante el año hubo 800 despidos. Esos licenciamientosseguirían hasta fin de año.

En la industria textil ya hubo despidos, aunque por ahora escasos. “Hay despidos por goteo desde hace un año, quizá unos 300. Es poco sobre los 43.000 puestos de trabajo que hay en la actividad, pero igual estoy preocupado”, dijo Jorge Lobais, secretario general de la Asociación Obrera textil.

También Hugo Moyano, jefe del Sindicato de Camioneros, sigue con especial preocupación la disminución en el nivel de actividad y de empleo en el sector industrial. “Que se caigan gremios industriales, como UOM y SMATA, nos termina afectando a nosotros porque nosotros nos ocupamos de la logística de distribución de los productos que producen ellos. Estamos muy preocupados porque desgraciadamente este proceso se viene profundizando cada vez más”, explicó a Clarín el líder camionero.

En su papel de titular de la CGT opositora, Moyano completó: “Si el Gobierno no reacciona ya, esto lamentablemente va a empeorar ”.

Gerardo Martínez, jefe de la UOCRA y miembro de la “mesa chica” de la CGT oficialista, agregó: “Tenemos que estar cuidando el nivel de empleo pero también los daños colaterales de un proceso inflacionario descontrolado. ¿De qué sirve conseguir un aumento salarial del 40% si a los tres meses se te pulverizó? No es lógico, algo hay que hacer entre todos para bajar este nivel de inflación”.

Según el sindicalista, “el Estado está generando medidas anticíclicas, pone más dinero y abre licitaciones para generar nuevos puestos de trabajo. Pero no debemos mirar solo el corto plazo: a mí me gustaría que tuviéramos un debilitamiento de la situación inflacionaria.

La inflación es el impuesto a la pobrez a”.

Martínez también sostuvo que “la única respuesta para que haya estabilidad laboral y generar un clima favorable es tender a la estabilidad económica y que no haya inflación”.

Un dato muestra la preocupación de la UOCRA con la pérdida de puestos de trabajo y sus potenciales efectos sobre la paz social. Por propuesta de Martínez a Cristina, desde noviembre del año pasado funciona una comisión que sigue la actividad de la construcción en todo el país y que está integrada por el gremio, la cámara patronal y el Ministerio de Planificación Federal. Si la comisión detecta problemas,se activan mecanismos de alerta para acelerar la puesta en marcha de emprendimientos.