El diputado nacional Hugo Yasky dialogó con RADIO REALPOLITIK (www.realpolitik.fm) sobre el panorama electoral, la inclusión de Sergio Massa, la postura de Graciela Camaño de ir contra el kirchnerismo y la reunión del Frente de Todos con los dirigentes sindicales. “Pichetto es un gestor de las corporaciones, es un hombre sin partido, sin base de sustento, sin ninguna elección ganada”, aseguró.

A continuación, lo más destacado de la entrevista.

RP.- ¿Qué análisis hace de las elecciones?

Estoy con expectativa, el resultado de Santa Fe era clave, finalmente se impuso el peronismo con la fórmula de Perotti. Creo que es un paso importantísimo en el camino hacia octubre. Demuestra que la unidad que se ha constituido en torno a este frente opositor está dando respuesta a la expectativa, la demanda de una gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas que nos reclamaban que nos unamos para ganarle a estos, que se vayan, que termine esta pesadilla. Creo que lo que está sucediendo en todas las elecciones es que se corrobora que ese mandato efectivamente lo pudimos de alguna manera tomar, resolver y ahora queda de aquí hasta octubre un trecho que va a ser muy importante, que nos va a poner a prueba. Hay que pensar que es una elección que, pese a todos los resultados positivos en las provincias, no está ganada; hay que hacer un esfuerzo enorme para que se garantice que estos resultados se conviertan a nivel nacional.

No hay que subestimar, ni aún con lo que significan estas elecciones, lo que significa el macrismo. El macrismo no es la suma de sus integrantes, que hasta pueden llegar a ser un poco patéticos viéndolos como individuos; el macrismo es la expresión de un conglomerado de intereses de los cuales están las especulaciones financieras, los dueños de las compañías energéticas que tanto se beneficiaron con los tarifazos y que ayer fueron responsables de ese corte inédito. Me imagino qué hubiese pasado si ese corte se hubiese dado en el 2013 o 2014, hubiese sido una hecatombe, hoy se disimula todo eso porque hay mucho poder detrás de Mauricio Macri.

RP.- ¿Hay que pensar en qué intereses quieren que Macri tenga un segundo mandato?

Es así, es un cúmulo de intereses que representan a las grandes corporaciones: financieras, mediáticas, partidos judiciales, que en Comodoro Py hacen a su antojo, a los grandes operadores de la bolsa, la sociedad rural; esos son entramados de poder que en Argentina se niegan que vuelva a haber políticas públicas, un Estado que sea capaz de gobernar, no para privilegios, sino para mayorías, y creo que la pelea que viene va a ser dura. No hay que dar por ganada la elección, al contrario, cada uno tiene que saber que tiene que poner un granito para convencer a los que todavía están ahí.

RP.- En este armado de un peronismo unido para ser la oposición, ¿cómo ve que alguien como Pichetto, que venía del peronismo, se pase para el lado del oficialismo?

Yo creo que tiene un costado bueno: sincera el lugar en que hace tiempo está Pichetto. Es un gestor de esas corporaciones, es un hombre sin partido, sin base de sustento, sin ninguna elección ganada. Es una especie de noble que se ha dedicado a la política y que hoy se pone al servicio de los que realmente representan su verdadero discurso: el Pichetto que habla de xenofobia, de un alineamiento automático con Estados Unidos, que proclama la necesidad de un ajuste.

RP.- En contrapartida estuvo la unión de Massa al Frente deTodos. En los primeros dos años del macrismo, votó a favor de los proyectos para dar gobernabilidad y se mantuvo en la avenida del medio, ¿cómo ve este cambio hacia la principal oposición?

Creo que Massa estaba en una especie de encrucijada, un dilema. Escuchaba a los sectores más apegados a la idea de constituir un frente popular nacional que rescatara las raíces del peronismo o se dejaba arrastrar por los pocos que todavía dentro de su espacio sostenían la necesidad de mantener esa suerte de alianza subordinada a la política del macrismo. Creo que por suerte se impuso el criterio de las mayorías, lo declararon así en el Congreso del Frente Renovador, donde los 40 que hablaron lo hicieron contra el gobierno de Macri e incluso alguno señaló una autocrítica respecto de ese acompañamiento durante esos primeros dos años. Parece positivo que haya ocurrido esto, son momentos en los que no hay lugar para tercera vía ni camino del medio.

RP.- ¿Urtubey y Lavagna vendrían a interpelar lo que deja el macrismo y el kirchnerismo?

Sí, creo que es la expresión de un sector que tiene cierto respaldo en algunos grupos económicos en nuestro país más vinculados al tema productivo. Lavagna y Urtubey representan una especie de purgatorio para aquellos que no quisieran que el kirchnerismo gane las elecciones. Creo que le va a terminar restando votos a la fórmula de Macri, entiendo que en ese sentido van a terminar siendo funcionales al objetivo de derrotar al macrismo, a pesar de sus propias intenciones.

RP.- Por otro lado, Camaño dijo que su límite era Cristina, sólo para las elecciones, pero que luego iban a volver al Frente Renovador con Massa, ¿es una jugada política?

Generalmente me pregunto si lo que se hace es lo correcto, lo que corresponde, lo que hace falta para que nuestro pueblo no siga sufriendo las penurias que está sufriendo. En ese sentido, lo deCamaño me parece deplorable, creo que tiene una especie de incapacidad para reconocer que se equivocaron y apostaron a sostener las políticas del macrismo.

Si no advierte que se equivocó, que este gobierno no tiene en cuenta en lo absoluto a los que más necesitan de las políticas del Estado, si hoy no está en condiciones de ver eso, evidentemente se equivoca. Eso de: "después volvemos a encontrarnos", pero ¿en qué escenario? ¿Es lo mismo volver a encontrarse si gana Macri que si pierde? La verdad que acá el tema es ganarle a Macri.

RP.- ¿Cuál es el rol del sindicalismo en las elecciones?

Se llevó a cabo una reunión donde el sector del sindicalismo que ahí estaba representado le expresó a los cuatro la voluntad y el compromiso de poner toda la militancia de nuestras organizaciones al servicio de esta épica popular que tenemos que construir para ganar la elección.

Muchas veces se vincula a los sindicatos con los aparatos. En realidad lo que nosotros tenemos es una gran capacidad de movilización a partir de que existimos en todo el territorio bonaerense y nacional. Hacen falta fiscales, militancia para ir y recorrer los lugares de trabajo, recorrer los barrios, y eso lo vamos a hacer, porque estamos convencidos que un nuevo gobierno de Mauricio Macri significaría destruir conquistas tales como las leyes laborales, la jubilación pública, paritaria libre, entre otras.

Se habló de discutir la letra de una especie de refundación del contrato social de la Argentina, darle letra a eso, cómo sería un contrato social en un país como el nuestro, que implica básicamente que la política no la definen las corporaciones ni fuera del país, en eso hubo coincidencia, quedamos en seguir trabajando la idea, poniendo todo lo que era en garantizar la elección.