El Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) encará a mediados de los 90´s un cambio estatutario. En esa oportunidad se reformaron algunas cuestiones respecto de la organización y representación de la entidad gremial que ejerce la defensa de los derechos de los trabajadores que se desempeñan en el ámbito de las áreas de Menores y de los auxiliares de las Escuelas de gestión Pública y Privada.

Sin embargo de esas modificaciones se desprende un insólito y premonitorio fallido, que tomó notoriedad y trascendencia con la detención de Marcelo Balcedo, el secretario General del gremio.

Es que en lo referente al Artículo 5°, donde se detallan los requisitos que deben cumplir los afiliados para ingresar en el Soeme, pueden leerse las cuestiones de rigor, como por ejemplo presentar la solicitud de afiliación, pero también un peculiar tecto. En el inciso d) se sostiene que para ser parte del sindicato hay que “hallarse procesado o haber sido condenado o haber sido condenado por la comisión de un delito en perjuicio de una asociación sindical de trabajadores”.

El insólito fallido, que hace encajar en los requisitos al detenido Balcedo, ayer se viralizó en las redes sociales.

Mientras tanto el también empresario, Balcedo, declaró ayer en una causa en la que se lo investiga en Uruguay por lavado de activos, entre otros delitos, por lo que se podría demorar su extradición a la Argentina.