La seccional capital del sindicato de Comercio que lidera Armando Cavalieri impugnará el acuerdo firmado entre Carrefour, el Ministerio de Trabajo y el gremio. "Es un acuerdo que se hizo mirando los intereses de la empresa y no de los trabajadores. Esta fue la última entrega de Cavallieri a los trabajadores", criticó Mario Amado, subsecretario de asuntos internacionales de Faecys.

Mañana Ramón Muerza, secretario general de la seccional porteña, presentará un amparo para impugnar un convenio del que no fueron parte. "Si se abría un preventiva tendríamos que haber estado sentados en las negociaciones", explicó Amado a LPO.

Muerza y Amado piensan disputarle el sindicato a Cavalieri en unas elecciones que a más tardar tendrán lugar en septiembre.

El delegado intentó ver el expediente del acuerdo en el Ministerio de Trabajo, pero en la cartera que dirige Jorge Triaca le negaron la posibilidad aduciendo cuestiones políticas. "Me dieron 20 mil vueltas. Dijeron que había una lista de personas autorizadas a ingresar", relató.

El acuerdo prevé retiros voluntarios que se pagarán al 150% pero no despidos y recortes en los aportes patronales para la compañía. "Impugnamos la baja salarial, la duración del convenio y la quita de aportes jubilatorios. Si alguien se jubila en estos tiempos va a tener una jubilación más baja", cuestionó Amado. El delegado advirtió que desde casi todas las sucursales del interior también cuestionaron el acuerdo.

"La crisis se debe a los desmanejos de los últimos 12 años", aseguró Amado. Apenas asumió como nuevo CEO, Rami Baitieh apuntó a algunos negocios no demasiado claros que habría permitido su antecesor, Daniel Fernández.

Desmanejos

Según pudo saber LPO los trabajos de mantenimiento de sucursales se pagaban más de tres veces que en Coto, el principal competidor de la cadena francesa. Lo mismo habría ocurrido con la seguridad que triplicó el costo cuando dejó de contratarse personal era propio. Incluso la empresa que traía la cartelería pertenecía al hermano de un directivo que ya no forma parte de la compañía.

Carrefour eliminó las líneas de producción de los "frescos" de todas bocas. En un principio pasaron a fabricarse en una planta de Avenida La Plata que luego cerró y dejó a 800 personas en la calle.

"En vez de volver a realizar la producción en sucursales, se tercerizó toda la producción. Hasta el pan viene congelado, mientras tanto la competencia mantiene la línea de producción", dijeron a LPO fuentes sindicales.