Los dos gremios docentes con mayor número de afiliados en la Ciudad de Buenos Aires –UTE y Ademys- pararán este jueves en rechazo al aumento salarial propuesto por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. El paro será acompañado por una movilización a las 11.00 que irá desde el Ministerio de Educación de la Ciudad (Paseo Colón 255) hasta el Congreso de la Nación.

A principios de agosto, el Ministerio de Educación porteño  que dirige Soledad Acuña acordó ese aumento con 15 de los 17 gremios docentes que funcionan en la Ciudad. La oferta oficial fue de 21,5% en tres cuotas más un bono de $2.000 por cargo. UTE y Ademys señalaron que era insuficiente.

“Hacemos el paro por los aumentos miserables. Reclamamos un aumento del 30%, que es lo que aumentó el Alumbrado, Barrido y Limpeza (ABL) en la Ciudad”, aseguró Eduardo López, secretario de UTE.

Un informe elaborado por la Secretaría Gremial de la UTE analizó el poder adquisitivo de los sueldos docentes a partir de la comparación de los precios de productos básicos de consumo masivo tales como la leche, el pan, la yerba mate, el pollo, diversos cortes de carne vacuna, el queso, las entradas al cine y el boleto del colectivo. Sus resultados son contundentes.

Mediante la utilización de un gráfico se puede comparar la evolución entre los años 2008 y 2017, tanto del sueldo docente como de los precios de los productos. Así se observa que hasta 2015 hubo un crecimiento sostenido de esos salarios que resultó superior al incremento de los precios. A partir de ese punto se desmoronó en valor de la remuneración de los maestros de grado de jornada completa.

En agosto de 2015 el salario docente de jornada completa era equivalente al valor de 1.500 litros de leche, 700 kilos de pan o 224 kilos de asado. Dos años después, con el mismo sueldo es posible adquirir 1.104 litros de leche, 400 menos que en la anterior medición, 575 kilos de pan (-124 kg.) o 184 kilos de asado (-90 kg.).

En 2008 era necesario destinar el 72 por ciento del salario docente para alquilar un departamento de tres ambientes en la zona de Caballito, Almagro o Flores. En 2015 ese porcentaje había descendido a la mitad. Este año se requiere el 42 por ciento del sueldo para cubrir esa necesidad.

A la demanda salarial se suman otras reivindicaciones como el rechazo a la precarización y el traspaso de los docentes de idioma y a la reforma en el nivel medio. La ministra Acuna informó que descontará el día a quienes adhieran al paro. Los docentes se manifestarán “en contra de un plan piloto que se llama ‘Secundaria del futuro’, que disuelve el quinto año, lo divide, y los alumnos pasan medio año haciendo pasantías en empresas y otro medio año estudiando”, explicó López.

El tercer y último reclamo, detalló, será contra “el plan de flexibilización laboral que empezaron con los profesores de idiomas sacándolos del estatuto, cuando lo que hay que hacer es darle excelencia a las materias”.