Dentro del ámbito estatal, los municipales no son ajenos a la infraestructura añeja con la que se presentan los edificios gubernamentales. Por el contrario, oficinas, dependencias y depósitos comunales, están librados a la buena fortuna de quien allí trabaje.

Rubén “Cholito” García, secretario nacional de los trabajadores municipales, expresó su “consternación” y “solidaridad” para con las familias afectadas por la tragedia de Moreno, en la que un escape de gas, denunciado en 8 oportunidades, se apropio de la vida de Sandra Calamano, vicedirectora de la EE49, y Rubén Rodríguez, auxiliar del mismo establecimiento.

El dirigente, oriundo de Avellaneda, exigió “que aparezcan los responsables políticos y que las muertes por desidia no vuelvan a ocurrir”. García quiso expresarse al respecto ya que “los trabajadores “lo viven en carne propia con dependencias municipales con serias deficiencias de infraestructura, con cableado expuesto, instalaciones de luz improvisadas, falta de desagües, falta de agua potable, falta de insumos, filtraciones en los techos e inundaciones, entre otros”.

Particularmente en el distrito lindante con la Capital Federal, el Subsecretario de Prensa y Comunicación de la Federación y dirigente del STMA, Daniel Ferro, le apuntó al intendente de aquella comarca, Jorge Ferraresi. “En once años el abandono por parte del estado se cobro cuatro muertes por falta de seguridad en los lugares de trabajo. El primero de ellos fue Luis Pons, cuyo aniversario del deceso se encuentra próximo a cumplirse”. Pons falleció por inhalación de monóxido de carbono en su puesto de trabajo y fue encontrado por sus compañeros. Tragedias como esta hay varias en el haber del Jefe Comunal kirchnerista, ya que también carga con las desapariciones de Adrián González o Carlos Vera, ambos durante sus jornadas laborales.