Blanca Antonia Medina falleció el 19 de enero a las 19.00 en el hospital Español y fue velada al día siguiente en Ensenada, en la casa de velatorios Tabera, ubicada en la intersección de Bosinga e Independiente.

Desde que Juan Pablo “Pata” Medina, cuya fortuna fue calculada por investigadores judiciales y peritos de la Prefectura Naval Argentina en 303 millones de pesos, fue detenido dejando acéfala a la seccional de La Plata de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), se desató una feroz interna en su familia.

Con el objetivo de quedarse con las riendas del gremio, que actualmente se encuentra intervenido, dos facciones bien marcadas iniciaron una guerra cruenta. Agustín Pagnoni Medina, quien no es hijo del “Pata” sino de su esposa, se mantiene fiel a su padrastro y responde a los pedidos que el sindicalista realiza desde la cárcel de Ezeiza. Del otro lado del espectro, Cristian “Puly” Medina, hijo del “Pata” y también preso en el penal de Ezeiza, se enfrentó con su padre y mantiene a Braian Medina, nieto del ex secretario General, como mano derecha en libertad.

En este escenario, personas allegadas a la familia abrieron el paraguas apenas sucedido el deceso de Blanca Antonia, y rogaron por paz durante el velatorio. Finalmente, y a pesar de encontrarse presente integrantes de ambas facciones, la situación no pasó a mayores.