La conducción de la CGT dio ayer un paso más en su objetivo de amplificar el tenor de la marcha que prepara para el próximo viernes 18 al Congreso, una demostración con la que pretende fortalecer su reclamo por un freno a los despidos.

En esa búsqueda, la dirigencia gremial se reunió ayer con representantes de pymes de los sectores más golpeados por la caída de la actividad y el consumo, y los invitó a participar de la movilización con el compromiso de sumar la defensa de la industria nacional en la agenda de reclamos. "Se impone visibilizar la gran preocupación compartida por la situación del empleo y de las pymes, porque lo que se discute en este momento es el modelo de país", enfatizó Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción cegetista, al término de la reunión que la cúpula sindical mantuvo con representantes de pymes del sector metalúrgico, textiles, calzado y cuero, entre otros. En el mismo sentido, Carlos Acuña, otro de los triunviros, remarcó que "las pymes y los trabajadores tienen idénticos objetivos y, por ello, deben empezar a caminar juntos".

Desde el sector empresario, Marcelo Fernández, titular de la Cgera, adelantó la intención de la pymes de avanzar en "un acuerdo de trabajo conjunto" con la dirigencia sindical, y aceptó la posibilidad de sumarse a la marcha prevista para el 18. "Para nosotros, los trabajadores y las pymes somos un solo sector. Discutimos un vez al año las paritarias y después trabajamos juntos con una misma preocupación: mantener las fuentes de trabajo", destacó Fernández tras la reunión.

Previo al encuentro con las pymes, la conducción cegetista se reunió con la cúpula de la Federación Agraria, a la que también transmitió la invitación de sumarse a la movilización en reclamo de medidas que favorezcan la producción nacional y garanticen el empleo.

La organización de la movilización, que originalmente fue convocada por los movimientos sociales para reclamar la sanción de una ley de Emergencia Social, será el tema dominante del encuentro que mantendrá mañana el consejo directivo de la central obrera. La entidad sumó a la agenda de la protesta el pedido para hacer extensiva la emergencia al terreno laboral y exigir un freno a los despidos.

La ofensiva de la central obrera tiene lugar en la antesala a la nueva convocatoria a la mesa de diálogo tripartito, prevista para a semana del 21 de noviembre, en la que los gremialistas reclamarán un compromiso político efectivo para evitar las cesantías con la amenaza de volver a la carga con una ley antidespidos si no logran ese entendimiento.