Teletrabajo y ansiedad: el efecto cuarentena

Teletrabajo y ansiedad: el efecto cuarentena

La pandemia de coronavirus obliga a replantear las rutinas laboral y personal. El encierro con obligaciones puede elevar los niveles de estrés y dañar la salud. Consejos para sobrellevarlo.

La cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus pone a prueba las estructuras laborales, pero también a las emocionales de cada persona. El encierro pero con la responsabilidad aún de cumplir con tareas del trabajo puede generar trastornos de ansiedad y otras dificultades en la psiquis de la gente.

“Hoy más que nunca los líderes de las organizaciones tenemos que ser empáticos con nuestros colaboradores, sus familias, proveedores, clientes y la comunidad en su conjunto para entender que vivimos momentos de mucho estrés, que puede tener mayores impactos negativos en la salud física, mental, emocional y financiera que el virus en sí mismo”, comenta Cecilia Giordano, CEO de Mercer.

La consultora desarrolló un marco para ayudar a los clientes a trabajar de manera más flexible, permitiendo a los empleados y empleadores establecer si los trabajadores deben estar físicamente presentes en la oficina para completar su trabajo. Este enfoque se basa en una metodología estructurada para entregar prácticas y resultados repetibles; es decir, cuándo, dónde, qué, quién y cómo se hace el trabajo.

Dentro de estas pautas, se destaca que “pueden ser necesarias soluciones a corto plazo, pero las lecciones de la crisis actual ayudarán a identificar y optimizar la vulnerabilidad de áreas antes de que llegue la próxima crisis, especialmente con respecto al trabajo flexible y la digitalización de procesos”. Asimismo, es posible que sea necesario recalibrar sus respuestas si el virus avanza o retrocede. Pero en cualquier caso, los empleados necesitarán comunicaciones consistentes en todo momento. “Es recomendable desarrollar plantillas de comunicación, conversación y guías de recursos para los gerentes a medida que cambia la situación. Ellos también necesitan apoyo. Es conveniente asegurarles que la clave del éxito es liderar con compasión durante la incertidumbre. Mostrar empatía tendrá mucho más impacto que cualquier conocimiento del terreno que pueda aplicarse”, sostiene Mercer.

Manejar los cambios

Aunque para algunas personas el teletrabajo pueda parecer o sea la situación ideal, para muchas otras puede resultar complicado manejar el cambio de rutinas, la diferencia en la forma de trabajar, o combinar el teletrabajo con tener también a los niños en casa.

Según indican algunos estudios, el teletrabajo mal gestionado puede aumentar los niveles de estrés, soledad y miedo y hacernos más vulnerables a la ansiedad. Todo esto se puede combinar con la ansiedad propia de la cuarentena y la incertidumbre generada por el coronavirus. Seguir trabajando, aunque sea desde casa, puede ser de gran ayuda para mantener una rutina y distraernos, pero es interesante que sepamos qué hacer para reducir el estrés propio del teletrabajo. Por eso recopilamos algunos consejos:

Vestirse “para ir a trabajar”

Una tendencia habitual en aquellas personas que empiezan a trabajar desde casa es hacerlo en pijama. Cuando llevamos varios así puede generar la sensación de vivir en loop. Algo así como la película “El día de la marmota”, de Bill Murray, en la que el protagonista se levanta día tras día sin que nada cambie.

Ducharnos y vestirnos nos ayudará a entrar en el modo de trabajo, a seguir generando esa rutina laboral y a sentir que, aunque no salgamos de casa, hay un cambio en nuestro día. Puede, incluso, ayudarnos a ser más productivos. La idea es tratar de mantener lo más parecido a una rutina normal.

Montar un espacio de trabajo

Uno de los problemas que pueden surgir cuando tenemos que trabajar por primera vez en casa es que no tengamos un lugar específico preparado para ello. Esto provoca que trabajemos en el sillón, la cama, o en otro lugar inapropiado.

Esto no solo es poco adecuado para la posibilidad de mantener una buena postural corporal y así evitar dolores de espalda y cuello, sino que puede influir en que nos desconectemos por trabajar en el mismo lugar que descansamos o tenemos ocio.

Por ello, lo ideal es que montemos temporalmente un lugar que solo usemos para trabajar. Allí colocaremos todo lo que necesitemos. Esa zona solo la usaremos para eso, por lo que en cuanto terminemos el horario dejaremos de usarlo. De esta manera, podremos crear dos espacios: uno de trabajo y otro de descanso y ocio. Esto nos ayudará a desconectar.

Cumplir horario

Que estemos teletrabajando no significa que tengamos que trabajar durante todo el día. Es importante que sigamos manteniendo una rutina para reducir nuestros niveles de ansiedad. Lo ideal es que mantengamos el horario de trabajo que teníamos antes.

Ese es el tiempo que dedicaremos a trabajar. Una vez termine ese horario, lo recomendable es apagar y desconectar, cambiar de espacio y dejar de atender a cosas.

Mantener “contacto” con los otros

Cuando trabajamos fuera de casa lo habitual es que lo hagamos con otras personas y cuando estamos trabajando en casa, especialmente si vivimos solos, es posible que el silencio y la sensación de soledad aumenten nuestros niveles de estrés.

Es una buena alternativa tener a la tecnología como aliada y utilizar las herramientas disponibles para comunicarse. WhatsApp y videollamadas pueden ayudarnos a no sentirnos tan aislados y mantener la sensación de grupo.

Planificar el día

Salir de nuestra rutina habitual y no tener una organización laboral que nos indique qué es lo que tenemos que hacer cada día, o en qué horario hacer cada cosa, puede conllevar que nos encontremos un poco perdidos y seamos menos productivos. Por ello es buena idea hacernos con una agenda y organizar el día laboral. A qué hora nos vamos a levantar, cuánto tiempo vamos a dedicar al desayuno, a qué hora empezaremos a trabajar y qué tareas tenemos que hacer en cuánto tiempo. Los horarios en los que vamos a hacer un descanso, o salir a comer y durante cuánto tiempo, etc. Cuanto más lo planifiquemos más sencillo será seguir el orden, cumplir con horarios y ser productivos. Así no nos encontraremos con tener que hacer más horas por no haber terminado el trabajo que teníamos que hacer.

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