Por Patricio Eleisegui

La temperatura del conflicto que la láctea SanCor mantiene con el gremio ATILRA subió varios grados más en las últimas horas y la empresa bordea el colapso operativo. Dado el escenario de retención de tareas que vienen aplicando los trabajadores ligados al sindicato, así como la falta de avances en los intentos por generar un fideicomiso que alivie la situación financiera de la compañía, la cúpula de la firma evalúa interrumpir la distribución de los productos frescos de SanCor a partir del miércoles de la próxima semana. La láctea sólo mantendría en stock sus líneas basadas en leche en polvo. Por otra parte, la posibilidad del fideicomiso podría redundar en un recorte amplio de personal que también alentaría acciones por parte de ATILRA.

Según trascendió, el freno que se aplicará a la distribución es consecuencia directa de las trabas que atraviesa la compañía para procesar la leche que aún llega a las plantas de SanCor. Fuentes que intervienen en este proceso indicaron a iProfesional que los trabajadores llevan a cabo retenciones de tareas por el lapso de 6 horas por turno.

Por el momento, el gremio no ha establecido una fecha límite para ese régimen. Y, por el contrario, la cúpula de la organización discute la posibilidad de promover un nuevo paro de gran escala durante esta primera mitad de noviembre.

ATILRA asegura que los directivos de SanCor "no cumplen desde hace años con las disposiciones legales, salariales y en lo que respecta a los aportes y contribuciones a su cargo".

A raíz de este conflicto, señalan en el interior de la láctea, SanCor vertió al menos 100.000 litros de leche en las últimas semanas. Hoy por hoy, la firma se ubica muy lejos de sus mejores marcas históricas con un promedio de 700.000 litros procesados a diario. En su época "dorada", la empresa superaba los 6 millones de litros procesados en igual lapso.

La productividad, contra las cuerdas

A través de un comunicado, la directiva de la empresa indicó que sigue demorada la posibilidad de una ayuda financiera para SanCor. Y remarcó que el accionar de ATILRA mantiene contra las cuerdas la productividad de la compañía.

"Luego de varios años de negociaciones y trabajo, la alternativa de solución posible que veníamos desarrollando para establecer un futuro más seguro para la Cooperativa, no alcanzó sus objetivos", expresó la cúpula.

"Esto se debió fundamentalmente al tiempo transcurrido y al conjunto de dificultades e impedimentos planteados entre las partes involucradas en el proceso. SanCor dio cumplimiento a todas las exigencias que legalmente pudo llevar adelante, en tanto que no se verificaron los aportes operativos y económicos que debió realizar la contraparte", añadió.

Según los directivos, sendas "autoridades técnicas no aprobaron el proyecto, marcando deficiencias al parecer, insalvables".

Respecto del conflicto que la firma mantiene con el gremio, desde SanCor se señaló que resulta "imposible sostener la operatoria sin la elaboración y venta de productos, porque ellos son el único flujo financiero de la cooperativa".

El fideicomiso alentaría despidos

La posición de SanCor se conoce a muy poco de que trascendiera un dictamen de la Comisión Nacional de Valores (CNV) en el que se señala que, de avanzarse con un fideicomiso para recuperar a la empresa, deberán efectuarse cientos de despidos.

Según el organismo, la compañía presenta un plantel de 1.549 empleados de los cuales al menos 1.280 se encuentran adheridos a ATILRA. El informe de la CNV señala que la opción del fideicomiso que se viene discutiendo desde hace meses sólo podría cobrar forma a partir de la reducción de puestos de trabajo.

"En el supuesto de incorporación de todas las unidades operativas industriales, la cantidad de empleados con sostenimiento de empleo serían únicamente 650. Por lo tanto, habría un total de empleados desafectados de 899, de los cuales se encuentran afiliados a Atilra 746", indicó.

Ligado a esto, otro documento del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), entidad que podría operar como administrador del futuro fideicomiso, señala que la recuperación de la empresa implicaría recortar más de 1.000 puestos de trabajo. Semejante posibilidad, reconocen con preocupación en la láctea, complicaría cualquier tipo de acuerdo con el gremio hoy movilizado.