En 1891, el Papa León XIII publicó la encíclica que marcaría un hito en la Doctrina Social de la Iglesia. Las coincidencias con la Doctrina Justicialista.
En 1891, el Papa León XIII publicó la encíclica Rerum Novarum ("De las cosas nuevas" en latín), un documento que marcó un hito en la Doctrina Social de la Iglesia. En ella, abordó las condiciones laborales de la época, sentando las bases para una reflexión profunda sobre la justicia social en el contexto de la economía moderna.
La encíclica, que lleva por subtítulo "Sobre la condición de los obreros", se ocupa de indagar en las condiciones de los trabajadores y la explotación de los capitalistas, en el contexto de lo que fue la Revolución Industrial.
Allí, León XIII propone una visión humanista de la relación entre el trabajo y el capital, al tiempo que cuestiona a la ideología revolucionaria socialista, en auge en aquel entonces. En ese sentido, Rerum Novarum es un antecedente a lo que sería la tercera posición del peronismo. Sin lugar a dudas, esta encíclica hizo a la formación de Juan Domingo Perón y su mirada de la sociedad, plasmada en la Doctrina Justicialista. Como veremos, varios puntos son coincidentes con el justicialismo.
El trabajo como expresión de dignidad
Rerum Novarum sostiene que el trabajo es una actividad natural del ser humano, no una simple mercancía. El trabajador, afirma, no es una herramienta ni un objeto que pueda usarse y desecharse, sino una persona con derechos que deben ser respetados. Por eso, exige que el trabajo esté organizado de manera justa, sin explotación ni abuso.
Un salario justo para una vida digna
Uno de los ejes del documento es el salario. El Papa afirma allí que debe ser suficiente para que el trabajador sostenga dignamente a su familia. No alcanza con que ambas partes estén de acuerdo en la paga: si el sueldo es insuficiente, se trata de una injusticia, aunque el trabajador lo haya aceptado por necesidad.
Condiciones humanas de trabajo
Reclama que el trabajo no dañe el cuerpo ni el espíritu del obrero. Sostiene que se deben limitar las horas de trabajo, proteger a los niños y a las mujeres, y garantizar el descanso, en particular el dominical. Subraya que el sistema económico no puede estar por encima del bienestar de la persona.
Rechazo de la lucha de clases
En la encíclica, León XIII critica la idea de que el conflicto entre ricos y pobres sea inevitable. Sostiene que el capital y el trabajo no deben enfrentarse, sino complementarse. Propone una armonía basada en el respeto mutuo, la solidaridad y la colaboración entre las clases sociales.
El derecho a organizarse
León XIII defiende el derecho de los trabajadores a formar asociaciones y sindicatos. Sostiene que estas organizaciones son necesarias para defender los derechos laborales y promover la justicia. Critica tanto la represión de estas asociaciones como el uso de la violencia o el odio como herramientas políticas.
El rol del Estado
El Papa afirma que el Estado no debe ser indiferente ante los problemas sociales. Tiene el deber de proteger a los más débiles, asegurar el bien común y promover leyes laborales justas. León XIII no propone un Estado que lo controle todo, pero sí exige que cumpla su responsabilidad frente a los abusos del poder económico.
Propiedad privada y función social
León XIII también defiende el derecho a la propiedad privada, pero aclara que no es un derecho absoluto. Sostiene que los bienes materiales deben usarse con sentido de responsabilidad social, teniendo en cuenta a quienes carecen de lo necesario. La riqueza, afirma, debe servir al bien común.
La religión como guía moral
El Papa insiste en que los problemas sociales no pueden resolverse sin una base moral. Afirma que la religión cristiana ofrece principios sólidos para organizar la economía y la sociedad. Sin justicia, caridad y responsabilidad moral, sostiene, no hay solución verdadera para la cuestión obrera.
Un legado vigente
León XIII escribe Rerum Novarum en plena revolución industrial, pero su mensaje sigue resonando en la actualidad. Al poner en el centro al trabajador y su dignidad, inaugura una tradición de pensamiento que influye en documentos posteriores como Quadragesimo Anno, Laborem Exercens o Laudato Si'.
Hoy, ante nuevas formas de precarización y desigualdad, los principios de Rerum Novarum invitan a repensar las condiciones del trabajo y el modelo económico global. El llamado de León XIII sigue vigente: una economía verdaderamente humana debe comenzar por el respeto al trabajador.
Comentá la nota