La CGT alertó sobre la presencia de la OMC en la Argentina

La CGT alertó sobre la presencia de la OMC en la Argentina

La Confederación General del Trabajo emitió un documento en el que fija postura sobre la presencia de la OMC en la Argentina. Sostiene que despierta controversias” y que pretende promover “el comercio internacional soslayando el impacto de sus decisiones en la ciudadanía”.

 

La CGT, a través de un documento, se opuso a la presencia de la OMC en la Argentina. La XI Conferencia Ministerial (MC11) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) “despierta controversias para nada nuevas” y cuestionó el rol institucional de una entidad convencida de que puede promover “el comercio internacional soslayando el impacto de sus decisiones en la ciudadanía”.

“Muchos sectores cuestionan desde la incorporación de la globalización como supuesto de gobernanza económica mundial el rol institucional de la organización. La OMC está convencida que es posible promover el comercio internacional, fijar reglas de mercado para aumentar el intercambio de bienes y servicios entre las economías y reglar las condiciones de operación de las relaciones comerciales entre países soslayando el impacto que ello tiene en la ciudadanía y los trabajadores”, se pronunció la Casa Obrera.

“La Conferencia Ministerial en la Argentina centra su estrategia en el debate de una agenda que procura contrarrestar el cuestionamiento de Estados Unidos a sus determinaciones y existencia”, y subrayó que en esa puja bipolar entre globalófilos y pseudoproteccionistas queda poco para las economías en desarrollo y condicionadas a partir de las políticas de mercado”.

También explicó que en materia de derechos y de la forma de distribución de los beneficios del creciente comercio internacional, esa puja bipolar soslaya “la importancia del desarrollo inclusivo en el progreso y bienestar de los países”, y enfatizó que en “el encuentro se discuten reglas que condicionan las democracias, la discrecionalidad en la fijación de aranceles, tratados bilaterales y regionales por encima del derecho de los gobiernos y los Estados y políticas económicas que marginan a amplios sectores”.

“Temas como el rumbo del comercio electrónico, la economía gig, el destino de la big data, el tratamiento de los bienes primarios y la participación de las pequeñas y medianas empresas en el comercio global pierden relevancia si la OMC no debate la calidad de la evolución del comercio internacional y no incorpora la centralidad de quienes son ganadores o perdedores finales: la sociedad y los trabajadores del orbe”, aseveró. La CGT aseguró que el refuerzo de los intereses corporativos transnacionales y la restricción del interés a la eficiencia económica acrecentará la concentración y, los países en desarrollo, retrasarán su crecimiento sostenible como forma de construir igualdad.

“También corta de forma transversal la agenda la capacidad y soberanía de la gobernanza nacional. Una visión liberal lleva a la OMC a recomendar a los Estados menores regulaciones ambientales, laborales, impositivas, de producción de medicamentos y patentes para ofrecer señales que promuevan la inversión extranjera directa y la atracción de capitales. Ello restringe la capacidad de los Estados para cumplir las normas y respetar los derechos socio-laborales y sindicales”, afirmó. La CGT sostuvo que esos gestos no se traducen en capitales movilizadores de la economía real en los países en desarrollo, toda vez que es “el modelo de desarrollo inclusivo, la diversificación productiva y la reconversión de las matrices propias lo que permitirá la generación de empleos en cantidad y calidad”, y aseguró que las recomendaciones de la OMC apuntan a “la dirección contraria: especializar las economías nacionales donde hay ventajas comparativas –productos primarios- que, por otra parte, son objeto de restricciones arancelarias y cuotas que impiden el crecimiento”.

“Los trabajadores organizados creen que las resoluciones de la OMC tienen que tomar como presupuesto el respeto incondicional y la incorporación del empleo decente y las normas fundamentales del trabajo en los exámenes de su política comercial. Un comercio mundial multilateral, para que sea justo socialmente y sostenible, tiene que contemplar la corrección de asimetrías regionales y nacionales que impiden el desarrollo y condiciona a los trabajadores a gozar de estándares de vida y condiciones dignas de labor”, afirmó. Por último, la CGT puntualizó que “el futuro de la economía mundial y la evolución del comercio internacional no puede desvincularse del futuro del trabajo, porque quienes adoptan decisiones que afectan la calidad y cantidad de empleos disponibles no deben observar el trabajo como mercancía o un insumo más de la función de la producción”.

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