Ante la gacetilla oficial de la cartera educativa y los dichos del Ministro Diego Romero, es necesario aclarar que los Bachilleratos Populares de Río Grande otorgarán títulos secundarios con validez nacional. La Red de Investigadores y Organizaciones Sociales de América Latina, RIOSAL/CLACSO emitió un extenso comunicado donde aclara que, “luego de años de movilizaciones y reclamos por parte del conjunto de sus docentes, estudiantes y trabajadores lograron ser reconocidos por el Estado como escuelas con capacidad de otorgar títulos de enseñanza media para jóvenes y adultos con validez nacional”, y a lo largo del documento se indican normativas y resoluciones que lo avalan.

En la actualidad el Ministro ensaya un mediocre desaliento a inscribirse en los B.P. e intenta un desprestigio político al SUTEF y a quienes acompañan este proyecto. Sin embargo, detrás de la discusión sobre la legalidad o no de los títulos, quiere esconder una marcada diferencia sobre qué hace el Estado ante el problema que tienen las y los estudiantes que hoy están siendo excluidos y no pueden terminar el secundario. Hay una realidad incontrastable y es que no terminan porque las propuestas ofrecidas hasta ahora han fracasado

Pero hay dos puntos que es necesario aclarar:

PRIMERA FALSEDAD: La nota del Consejo Federal de Educación que dice: “el referido proyecto (“Bachillerato Popular”) no cuenta con resolución aprobatoria”. ESTO ES FALSO, ya que la figura jurídica en la que se enmarcan los “Bachilleratos Populares” no  tiene esa denominación, sino que figuran como “CENS” con las características de Bachilleratos Populares (B.P.) y como por ejemplo para el Bachillerato Popular Chilavert,  la figura de Unidad de Gestión Experimental UGE.  En distintas jurisdicciones tienen diferentes figuras legales de acuerdo a los convenios. Así lo hace saber el comunicado de RIOSAL donde menciona que este B.P. está, reconocido por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Decreto 406/11) “con la facultad de otorgar títulos secundarios de validez nacional, nombrar sus respectivos equipos docentes (perciben salarios y todos los derechos como cualquier docente…” . Ver: https://boletinoficial.buenosaires.gob.ar/normativaba/norma/176335. Cabe agregar que en ese decreto también se menciona en los considerandos que  “dentro de dicho marco normativo, el Ministerio de Educación a través de la Resolución N° 669/MEGC/08, la Resolución N° 528/MEGC/10 y la Resolución N° 250/SSIEYCP/11 reconoció el funcionamiento de distintas experiencias educativas, denominados Bachilleratos Populares”.

SEGUNDA FASEDAD: El Ministro dice que, “las personas que inicien este tipo de estudio, no obtendrán títulos oficiales”. ESTO ES FALSO ya que la oficialización debe hacerla primero la provincia para luego solicitar la validez nacional. Si en tres años (tiempo para que se reciban los primeros egresados y egresadas), el Ejecutivo Provincial no lo hace, se otorgarán los títulos a través del Bachillerato Popular Chilavert, hasta tanto se continuara solicitando la oficialización en la Provincia.

Si el Ministro hubiera profundizado su búsqueda, su investigación sobre procesos educativos innovadores o simplemente nos hubiese consultado antes de salir por los medios de comunicación, hubiéramos aclarado fácilmente todo esto y se hubiese evitado que salga a decir falsedades y dejar en evidencia su desconocimiento. Nos preguntamos cómo actuó con total impericia preguntando al Consejo por una figura legal que no está denominada como “Bachillerato Popular” y nos deja la duda si siquiera leyó el proyecto.

El problema real se evidencia ante una cuestión de políticas educativas. Mientras el Gobierno Provincial cierra turnos vespertinos en secundaria y recorta en los CENS, nosotros, conocedores de la realidad y la necesidad de nuestros y nuestras  estudiantes jóvenes y adultos, ofrecemos abrir nuevas alternativas. Esperamos que el Gobierno de Bertone-Arcando reflexione sobre esto priorizando la necesidad de los y las estudiantes por sobre las disputas políticas y electorales mezquinas a las que no nos acostumbraremos.