Comprender que la ideología y la praxis neofascistas de Javier Milei traccionan a las fuerzas ultraconservadoras y reaccionarias en Chile nos posiciona políticamente para comprender la importancia de instrumentar las acciones solidarias que sean necesarias.

El internacionalismo constituye la matriz del movimiento obrero y su accionar justifica su existencia. La solidaridad de clase no conoce fronteras, ni exige partidas de nacimiento.

Las imágenes registradas en la mencionada actividad recogen el respaldo de los trabajadores y trabajadoras de la alimentación de Chile. En la foto se distingue a jóvenes dirigentes, hombres y mujeres, nacidos en el período oprobioso de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

También allí encontramos a varios compañeros y compañeras que ya eran dirigentes cuando se produce el golpe militar en 1973 que derrocó al gobierno democrático y constitucional de Salvador Allende.

Unos y otros conocieron en carne propia los estragos del autoritarismo y sus políticas neoliberales y saben de la importancia y alcance de la solidaridad internacional de clase.

Unos y otros gritaron: “La Patria no se vende”.