“Están enviando los telegramas”, confirmaron operarios de la firma, visiblemente preocupados por la falta de garantías en torno a sus indemnizaciones. La mayoría de los trabajadores se reunió este martes en la planta para exigir explicaciones formales y condiciones dignas de desvinculación.

Aunque el cierre es oficial, solo dos empleados permanecerán hasta diciembre cumpliendo tareas básicas de mantenimiento, mientras el resto queda sin empleo. La empresa ofreció a los trabajadores un retiro voluntario con propuestas de indemnización reducida: el 50% en un único pago o el 65% dividido en cuatro cuotas. La propuesta fue ampliamente rechazada por considerarse injusta.

Futura, de origen bonaerense, se radicó en Gualeguaychú en 1998, y se especializó en la fabricación de bridas metálicas para el sector petrolero y gasífero. Con una trayectoria de medio siglo, supo ser un símbolo de empleo calificado en la región.

La decisión de cerrar la planta fue comunicada a fines de mayo por los propietarios, Oscar y Rubén Rodríguez, quienes argumentaron que la caída de las ventas y la creciente competencia de productos importados hicieron inviable la continuidad del negocio. Ya en mayo del año pasado, la empresa había recortado personal con el despido de 11 trabajadores en un intento de reducir costos.

Desde el gremio metalúrgico local no descartan acciones legales colectivas. Algunos de los operarios ya iniciaron consultas con abogados laborales para reclamar el pago completo de las indemnizaciones y frenar cualquier intento de liquidación por debajo de lo establecido por ley.

El cierre de Futura se suma a una serie de retrocesos industriales que afectan a distintos puntos del país, y vuelve a poner en agenda la fragilidad del sector metalúrgico nacional ante un contexto de apertura de importaciones y baja en la actividad productiva interna.