De esta manera, la empresa utilizó su firma y huella para redactar una carta en donde supuestamente la trabajadora solicitaba la renuncia a la empresa. “Alrededor de 30 trabajadores renunciaron luego del engaño de que los volverían a llamar. Además de que nunca volvieron a llamarlos, tampoco les reconocieron la indemnización que les correspondía” aseguraron desde el gremio.

“Además de las protestas, los trabajadores hemos dirigido cartas de rechazo ante esta conducta a la empresa y visitamos medios de la ciudad donde se han hechos las denuncias públicas de la conducta engañosa” señalaron, y agregaron que “con esta conducta, esta empresa deja una duda muy grande de responsabilidad laboral y ética”.

“El SNTT de Colombia además de las actividades sindicales acudirá a la justicia colombiana para que sea un tercero el que decida quien tiene la verdad” concluyeron.

Por su parte, la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF)manifestó a través de un documento su preocupación con la situación de los trabajadores de Zima: “Hemos sido informados sobre la violación a los derechos de la compañera Natalia Camacho, quien ha sido despedida por su empresa sin una orden judicial por el hecho de hacer uso de su derecho de asociación sindical”.

En ese sentido, agregaron “estamos alarmados por la conducta de los representantes de su empresa al intimidar a sus trabajadores(as) por ejercer su derechos de asociación y por defender sus derechos laborales” y concluyeron “los exhortamos a restituir a la trabajadora, a poner fin a la persecución sindical y al acoso laboral por parte de los representantes de la empresa y a respetar la legislación nacional e internacional sobre los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras”.