Miles de colombianos volvieron este jueves a las calles de Bogotá y otras capitales departamentales en respuesta al llamado del Comité Nacional del Paro (CNP), que convocó a manifestar para respaldar los proyectos legislativos que recogen sus demandas, repudiar la inacción del Gobierno ante los asesinatos de líderes sociales y rechazar el nuevo proyecto oficialista de reforma tributaria.
Miles de colombianos volvieron este jueves a las calles de Bogotá y otras capitales departamentales en respuesta al llamado del Comité Nacional del Paro (CNP), que convocó a manifestar para respaldar los proyectos legislativos que recogen sus demandas, repudiar la inacción del Gobierno ante los asesinatos de líderes sociales y rechazar el nuevo proyecto oficialista de reforma tributaria.
En la capital, la convocatoria tuvo tres puntos de encuentro –el Parque Nacional, el barrio Betania y el barrio El Lucero-, para confluir hacia la céntrica Plaza Bolívar, frente a las sedes de los tres poderes.
La idea fue llegar también al lugar con una marcha de antorchas que partió desde la Universidad Distrital, en homenaje a Esteban Mosquera, el líder estudiantil asesinado el fin de semana pasado en la ciudad de Popayán.
La alcaldía informó que el llamado Grupo para el Acompañamiento en Escenarios de Posible Vulneración de Derechos (GAEPVD) acompañó las manifestaciones para garantizar los derechos de los ciudadanos y promover el diálogo.
Ya en la Plaza Bolívar, Alirio Uribe, miembro del CNP, destacó la importancia de “defender la agenda legislativa” que incorpora las 10 iniciativas que la organización presentó, y que recoge varias de sus demandas, como la de una renta básica, la gratuidad universitaria, el apoyo a los sectores productivos y el cese de la represión a las protestas.
"Necesitamos que el Congreso se comprometa con las propuestas del Comité Nacional de Paro. Necesitamos retomar las calles para que el Gobierno tome medidas", aseguró, según el diario El Tiempo.
Por su parte, el secretario de la CGT, Francisco Borja, dijo que se marcha también por “las 7 millones y medio de familias que hoy no tiene qué nada que comer, no tienen ingresos” y William Velandia, de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE), reclamó a “este gobierno, que está de salida, que honre su palabra y garantice lo que se ganó en las mesas de debate”.
Las marchas se replicaron en otras ciudades, entre ellas Medellín, donde hubo una “toma cultural” en el Parque de las Luces y existían temores porque la llamada “Primera Línea” –grupos de jóvenes más radicalizados y sin organización- convocó a su propia concentración al sur de la ciudad.
En Barranquilla, sindicatos y gremios marcharon desde la Universidad del Atlántico hasta la sede de la Alcaldía y la Primera Línea llamó a manifestarse en el Parque de los Músicos.
A la Gobernación de Santander, en Bucaramanga, llegó otra columna de manifestantes, y en Cali quienes protestaron fueron desde la estación del Ferrocarril a la Gobernación del Valle, bajo una fuerte custodia de 240 guardas de Tránsito y 2.500 efectivos de la Policía, el Ejército y la Armada, según lo resolvió el miércoles una reunión del consejo de seguridad.
En Ibagué, la marcha mayor fue hasta la plazoleta Darío Echandía, a una cuadra de la Gobernación, y en Cartagena la caminata salió desde el Castillo San Felipe y llegó a la estatua de la India Catalina, para terminar en la Plaza de la Aduana. Finalmente, en Santa Marta, la concentración tuvo lugar en la Plaza Bolívar, frente a la Alcaldía, y tuvo el extra de solidarizarse con el gobernador del departamento de Magdalena, Carlos Caicedo, que debió huir del país ante amenazas de muerte.
El CNP llevó adelante un paro general de dos meses, entre abril y junio, y levantó la medida para volcar sus demandas en proyectos legislativos, después de la fuerte represión a la mayoría de sus movilizaciones, que le valieron al Gobierno de Iván Duque quejas de organismos internacionales y de organizaciones de derechos humanos.
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