-¿Cómo evalúas el fin del conflicto con la transnacional mexicana?

-Como ya saben, la empresa estaba reticente a acceder a la firma de las cláusulas económicas lo que llevó a que el Sindicato declarara la huelga legal que comenzó el 9 de marzo y se extendió hasta el pasado viernes 18.

Fue un convenio peleado, pero finalmente positivo. Contamos con un amplio respaldo de organizaciones hermanas que fue fundamental para este desenlace.

-¿Qué cláusulas destacarías del nuevo convenio?

-Tuvimos logros en cuanto a las líneas estratégicas de beneficio para los trabajadores y trabajadoras, en término de normativas y de incremento económico.

Un aumento salarial de un 4 por ciento sobre el salario mínimo; una tabla de comisiones que se mantuvo con una leve mejoría; un seguro de vida colectivo privado que incluye atención primaria en casos de accidentes laborales; un bono por antigüedad; bono por presencialidad, entre otros que en el camino seguiremos desarrollando.

En cuanto a normativa, se firmaron dos cláusulas que buscan frenar la tercerización, una de ellas refiere a la responsabilidad solidaria de la empresa madre que contrata a prestadoras de servicio.

En el tema del transporte y agencias de ventas, a los compañeros del turno de la noche se les brindará transporte diario, algo que estaba establecido debido a la pandemia, pero no estaba en el convenio y ahora sí.

Fue un convenio de 86 cláusulas, estas son las que destacamos porque fueron las que llevaron al desacuerdo que desembocó en el conflicto.

-Durante la huelga recibieron un respaldo masivo de organizaciones sindicales de la región y también de Panamá ¿Cómo vivieron eso?

-Eso fue fundamental. Internacionalizaron nuestra lucha, presionaron por varias vías, desde la regional de la UITA enviaron notas a la ministra de Trabajo, expusieron en redes y boletines la postura de Bimbo y eso molesta a las empresas transnacionales.

En lo personal, súper agradecido y todo el sindicato valora el hecho de formar parte de la UITA.