La movilización, que reunió a unas 85 mil personas y se transformó en una de las más importantes de los últimos años en esa provincia contó también con la participación de la CGT Regional y de otros gremios cordobeses. “Estuvimos junto al movimiento obrero de Córdoba”, dijo el Secretario General del STIA-Córdoba, Héctor Morcillo.

En tanto la Federación del sector (FTIA) también participó de distintas actividades conmemorativas en todo el país, así como envió su adhesión al acto realizado por la Comisión de Detenidos Políticos que se realizó en Gobernador Virasoro, Corrientes, “donde la Federación es querellante en la causa de lesa humanidad contra Navajas Artaza, uno de los principales terratenientes y dueño de uno de los principales establecimientos yerbateros del país, por la desaparición de dos compañeros de la UATRE y se detuvo a dos compañeros de nuestro gremio en su momento”, refirió Morcillo que también es titular de la FTIA.

El sindicalista explicó que “el golpe del 24 de marzo de 1976 impuso una dictadura genocida en nuestro país en un golpe cívico militar que, fundamentalmente, instauró un modelo político y económico absolutamente liberal que destruyó la economía argentina, empobreció a la mayoría de la población y dejó endeudado al país”,

Añadió que “para ello fue necesario desarticular las organizaciones populares, particularmente, los sindicatos donde cientos de miles de sindicalistas, delegados y trabajadores fueron perseguidos, detenidos, torturados y, en muchos casos, desaparecidos”.

Morcillo indicó que “seguimos con la exigencia de Memoria, Verdad y Justicia para que no se olvide lo que pasó en la Argentina, no olvidar cuál fue el objetivo de esta dictadura cívico militar” y recordó que “todavía estamos enfrentando a los mismos sectores que apoyaron la dictadura, como por ejemplo la Sociedad Rural Argentina que, un año después del golpe, cuando ya se sabía de los asesinatos y desapariciones, publicó una solicitada reivindicando el accionar de la dictadura. Son los mismos sectores que añoran esas políticas, continúan negando a los desaparecidos y sostienen la teoría de los dos demonios, cuando lo que en realidad hubo fue una cacería, desde el terrorismo de Estado, contra los sectores populares”, concluyó.