No hubo todavía una voz unánime de los 17 gremios docentes con representación en la Ciudad de Buenos Aires, pero sí son cada vez más los que objetan el regreso parcial a la presencialidad en las aulas porteñas. Fue hoy el turno de Jorge Adaro, el número dos de Ademys, quien activó un paro desde hoy hasta el sábado, justo en la semana en la que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta amplió los niveles habilitados para una vuelta escalonada y en grupos de no más de diez personas.

"Desde que el Gobierno abrió las burbujas tenemos seis casos de compañeros afectados por el Covid en las escuelas y se oculta esa información", dijo Adaro a Télam. Además, el dirigente gremial sembró dudas sobre el inicio del ciclo lectivo de 2021, previsto por la ministra de Educación porteña, Sol Acuña, para el 17 de febrero. "Sería aventurado hacer una definición cuando no se sabe cuál va a ser el marco de la pandemia en ese momento", tomó distancia del anuncio oficial.

Fidel Aguilar, secretario de prensa del Sadop, también cuestionó el regreso a las aulas. El Sadop reúne a unos 12.000 docentes que se desempeñan en establecimientos privados. "No nos convocaron a debatir y no creo que sea el momento", dijo el dirigente en declaraciones radiales.

Eduardo López, referente de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), uno de los gremios mayoritarios, no respondió a los llamados de LA NACION, pero en su perfil de twitter exhibe una postura militante contra la gestión de Larreta, lo que anticiparía sus reparos a la medida.