En la sede del sindicato de empleados del Ingenio La Florida el lunes un conjunto de dirigentes encaró un "Congreso Extraordinario" de la Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA) y difundieron que allí se procedió a la normalización de la representación gremial por una supuesta acefalía. Hasta circularon nombres de un nuevo cuerpo directivo hasta 2023.

Sin embargo, Juan Correa, el secretario General de la Federación, expuso el dictamen de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, que depende del Ministerio de Producción y Trabajo, que lo convalida en el cargo y deja sin efecto ese cónclave hasta se resuelva la cuestión de fondo.

El texto señala "la suspensión del Congreso General Extraordinario de la entidad sindical de segundo grado Federación de Empleados de la Industria Azucarera, cuya fecha de celebración está prevista es el día 7 de Octubre de 2019, hasta tanto se resuelva definitivamente la impugnación impetrada en autos por el Señor Juan Ramón Correa".

Por la intencionalidad de esos dirigentes de seguir adelante con el Congreso sin sustento legal o administrativo, Correa efectuó además las correspondientes denuncias penales. Apuntó contra los que se reunieron en La Florida por usurpación de autoridad y desobediencia.

Correa apuntó contra ellos y los acusó de encarar "acciones políticas desesperadas para quedarse con la Obra Social de los trabajadores" azucareros.

Es que de fondo en está la disputa que se sostiene en el tiempo por el control de la OSPIA, la obra social sindical, que hoy todavía está en manos de la intervención a pesar de que la Federación ya tiene autoridades electas por los trabajadores.