Despidos masivos, desprecio a los trabajadores: Unilever, a su manera

Despidos masivos, desprecio a los trabajadores: Unilever, a su manera

Ecuador: Algunos tenían décadas de trabajo cuando el 31 de octubre pasado la transnacional decidió despedir a 89 trabajadores y trabajadoras.

Ese fin de semana los trabajadores del Centro de Distribución Nacional de Unilever en Guayaquil fueron conminados a que vaciaran de pertenencias los vestidores, porque el local sería fumigado.

El lunes 31 de octubre los trabajadores se sorprenden al no poder ingresar a los lugares habituales, sus credenciales de accesos no eran reconocidas. La confusión crece, las miradas se entrecruzan. El ambiente denso, rancio presagia malas noticias. En medio de la incertidumbre resuena la orden: “formen cinco grupos”.

Disgregados los trabajadores en diferentes locales procede el desenlace.

Isabel Miranda, gerenta de centro, se limitó a decirles: “Buenos días, pongan sus celulares en silencio y escúchenme. Unilever Andina entró en un proceso de transformación”.

“Eso quiere decir que su contrato laboral ha terminado el día de hoy. Van a pasar uno a uno con el personal de Recursos Humanos, que les van a indicar sus valores de liquidaciones y otros beneficios. Es todo lo que tenía para decirles. Esperen a ser llamados”.

−La reunión fue corta, cortísima−, recalca un trabajador.

−A varios compañeros no se les permitió ingresar para hacerse de sus pertenencias. Fuimos tratados como bandidos después de tantos años de trabajo, lamenta otro despedido.

Como fue el cierre de plantas en Chile y en Argentina, sin mediar ámbitos de negociación con los sindicatos, fueron despedidos intempestivamente también en Ecuador.

En el sitio de Unilever en Internet se proclama: “Hemos establecido una ambiciosa agenda de sustentabilidad para abordar los problemas que preocupan profundamente a nuestros consumidores y partes interesadas, como el cambio climático, la contaminación plástica y la desigualdad”.

Y también: “Estamos aprovechando nuestras marcas, nuestro personal y nuestros socios para crear un impacto positivo y duradero; tanto en el mundo como en nuestra empresa”.

Para los trabajadores y trabajadoras de Guayaquil el compromiso de Unilever con un mundo mejor consiste en definitiva en un intento marketinero que la realidad pone en su verdadero lugar, donde habita el doble discurso.

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