Se dispara el trabajo en apps de reparto: las cifras detrás de la necesidad de ingresos, aunque con menos derechos

Se dispara el trabajo en apps de reparto: las cifras detrás de la necesidad de ingresos, aunque con menos derechos

Crece el trabajo en apps de reparto pero también la cantidad de horas necesarias para alcanzar ingresos que permitan subsistir. Se trata de una salida laboral marcada por la precariedad: el 90% se conecta de forma esporádica y predomina la ausencia de contrato, de cobertura ante accidentes y la falta de estabilidad.

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EUGENIA RODRÍGUEZ

Al menos 160.000 trabajadores están empleados en plataformas de delivery en el país, lo que implica un alza significativa desde el 2020, cuando -pandemia mediante- plataformas como Rappi y Pedidos Ya reportaron un crecimiento del 20 al 78% en la cantidad de repartidores. Sin embargo, sólo el 10% trabaja "full time" en las apps de reparto, es decir que, la mayoría tiene otros trabajos, lo que evidencia la necesidad económica de complementar ingresos ante la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y el mayor costo de vida, aunque se enfrenten a condiciones laborales precariasEn otras palabras, el 90% restante “se conecta de forma esporádica, sin contrato, sin acceso a licencias, cobertura ante accidentes ni estabilidad”.

Así lo indicó un informe presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que señaló, además, que los jóvenes de 18 a 24 años fueron ganando terreno en el total de repartidores: pasaron de representar el 24% al 33%. Este es un segmento etario en el que el desempleo duplica la tasa general, sumado a que ya el 70% trabaja en la informalidad y el 60% es pobre.

Los especialistas coinciden en que es necesario avanzar en regulaciones “que partan de evidencia empírica y escuchen a las personas que usan las plataformas para generar ingresos”. Esto de cara a la próxima Conferencia Internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra en junio próximo donde se trataría esta problemática. “Es importante que las políticas públicas puedan considerar la variabilidad en la dedicación horaria de los repartidores, asegurando la protección de sus derechos mientras se mantiene la flexibilidad que caracteriza a este sector”, remarcaron. 

Más horas de trabajo y más precarizado

La pandemia por Covid-19 profundizó el avance de las plataformas de reparto que, en ese contexto sanitario, fueron declaradas como actividad esencial. Desde entonces la actividad económica viene creciendo a pasos acelerados en la región donde -no es menor- el 56% de los empleos son informales, es decir, las y los trabajadores enfrentan condiciones precarias, sin registración, aguinaldo, ni vacaciones. Lo que se ve reforzado en el caso de las plataformas. 

En Argentina, se estima que hay al menos 160.000 trabajadores en plataformas de delivery y si bien la mayor suba se dio entre 2020 y 2021 con los efectos de la pandemia, desde entonces el alza sostenida puede explicarse por “la situación económica de la época, marcada por una aceleración del proceso inflacionario asociado a una pérdida del salario real y la necesidad de las personas de complementar ingresos”. 

Así lo señaló el informe “Nuevas Modalidades Laborales en la Economía Digital: Un estudio empírico del trabajo de reparto en Argentina” presentado por el BID y las organizaciones Worker Tech y Civic House. “Esta nueva modalidad de trabajo, con barreras de ingreso muy bajas y accesibles, podría cumplir un rol de contención en momentos de dificultad económica”, sostienen los autores del documento al que accedió este medio. Los datos surgen a partir de información obtenida de las empresas Rappi y Pedidos Ya, que representan un 97% del mercado del sector reparto vía plataformas en el país. 

Uno de los aspectos clave tiene que ver con la cantidad de horas trabajadas y los ingresos obtenidos para sobrevivirsólo el 10% de las y los repartidores trabaja "full time" en las plataformas, es decir que, la mayoría tiene otros trabajos, lo que evidencia el lugar que ocupan estas actividades en la creciente dinámica del multiempleo para lograr ingresos que permitan afrontar el costo de vida, dada la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. De hecho, según el informe, los repartidores “eventuales” (hasta 80 órdenes mensuales) aumentaron llegando a representar el 68% del total.

En relación, el 90% restante “se conecta de forma esporádica, sin contrato, sin acceso a licencias, cobertura ante accidentes ni estabilidad”. A partir de la evidencia obtenida afirmaron que “el 64% de los repartidores utilizan la plataforma 3 o menos horas por día. El 15% se conecta entre 21 y 30 horas a la semana, el 9,8% entre 31 y 40 horas y sólo el 10% alcanza semanalmente una cantidad de horas equivalente a la de un empleo de tiempo completo”. También se destacó el crecimiento en la cantidad de repartidores que prestan servicios para más de una empresa y la existencia de una mayor proporción de mujeres que de varones que pertenece al grupo de repartidores que parece trabajar en forma eventual: mientras el 55% de las mujeres realiza hasta 40 órdenes mensuales, este porcentaje es 49,3% entre los varones. 

Ahora bien, ¿cómo generan sus ingresos? Los ingresos mensuales dependen de la cantidad de órdenes completadas y las horas de conexión. “Los repartidores que trabajan más horas obtienen ingresos superiores, aunque los ingresos promedio han mostrado una tendencia decreciente debido al aumento de repartidores que trabajan menos horas. Los repartidores en motocicleta tienden a ganar más que los que utilizan bicicletas, y los ingresos aumentan con la experiencia en la plataforma”, detalló el informe del BID. A su vez, las propinas constituyen el segundo componente más importante en términos cuantitativos, ya que representan el 19,3% del ingreso total.

 

En lo concreto, “el ingreso de un repartidor promedio es influenciado no sólo por el nivel de actividad económica (que afecta el total de órdenes), sino también por el tiempo que trabaje en cada plataforma en específico y el equilibrio circunstancial entre oferta y demanda”, explicaron los especialistas. Sobre lo ocurrido en estos últimos años, indicaron que “la tendencia decreciente en el nivel promedio de ingresos es explicada, al menos en parte, por el cambio en la composición de los repartidores en favor de aquellos que completan una menor cantidad de órdenes y, por lo tanto, obtienen un menor ingreso mensual”. 

 

 

Si se analizan los ingresos en relación con otros trabajos, “los repartidores que completaron más de 300 órdenes mensuales obtuvieron ingresos por mes superiores a los del trabajador promedio de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH- INDEC) y a los de los asalariados registrados”. Sin embargo, sin esa dedicación “full-time” la realidad es otra: quienes realizan entre 201 y 240 órdenes mensuales obtienen ingresos algo mayores a los de los trabajadores identificados como cuentapropistas, y quienes realizan hasta 200 órdenes mensuales obtienen ingresos menores a los de cualquiera de las categorías de trabajadores identificados en la EPH. 

Jóvenes repartidores 

La participación de jóvenes de 18 a 24 años ha aumentado significativamente (del 24% al 33%), y aproximadamente el 80% de los repartidores son hombres. “Los jóvenes de 18 a 24 años han ido ganando terreno en el total de repartidores, creciendo su participación en más de un tercio en 18 meses” puntualizó la investigación y agregó que ello indicaría que “esta industria es una opción atractiva y accesible para los jóvenes que quieren ingresar a un mercado laboral cada vez más competitivo y desafiante”. 

 

 

Los últimos datos del mercado laboral (INDEC) evidencian que el desempleo en la juventud se mantiene en niveles que duplican la tasa general: mientras la tasa de desempleo general es de 5,7%, para varones de entre 14 y 29 años asciende a 12,5%, tendencia que se agudiza entre las mujeres de la misma franja etaria, escalando hasta 13,8%. Se suma a ello que el 70% trabaja en la informalidad y el 60% es pobre. La realidad se agrava si se mira la situación de los jóvenes de barrios populares: el 43% trabajó por primera vez cuando tenía 15 años o menos y el 90% lo hace en la informalidad. 

 

En cuanto a la dinámica de trabajo se precisó que entre quienes hace menos de 12 meses que utilizan las apps, apenas el 28% se conecta 91 o más horas mensuales, mientras que entre quienes hace más de 12 meses que trabajan en plataformas esa proporción crece al 39% (10 puntos porcentuales más). “Este dato podría estar vinculado a dos cuestiones: la utilización de la plataforma sólo para complementar ingresos y, por otro lado, a la incorporación de personas de entre 18-24 años que buscan ingresos menores a personas de mayor edad, sea porque tienen una menor estructura de costos o porque sencillamente dedican mayor cantidad de su tiempo a realizar otras actividades”, consideraron los especialistas.

 

 

Finalmente, no es menor mencionar que las y los repartidores en su conjunto son supervisados por algoritmos que regulan su desempeño “generando un desconocimiento de los criterios de evaluación de los trabajadores, lo que limita la retroalimentación y negociación de mejores condiciones”. Sin interacción directa con los empleadores -que no se presentan como tal sino como meros intermediarios- puede ser “premiados” o “castigados” por las plataformas que definen, en última instancia, cuánto y cómo cobran. 

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