La economía que viene: cómo llegan la industria, la construcción y el empleo privado

La economía que viene: cómo llegan la industria, la construcción y el empleo privado

La economía llega a la segunda vuelta electoral 2023 y cierre de la presidencia de Alberto Fernández no sólo muy debilitada, sino peor aún con perspectivas de profundización de eses estado en lo que restra del último trimestre, que excede el más difundido deterioro de las finanzas públicas y el desequilibrio monetario que explican la inquietante aceleración de la tasa de inflación, en particular en términos interanuales.

 

Así se desprende del índice general de empleo registrado que, por segundo mes consecutivo, en septiembre cerró con estabilidad de los puestos y desaceleración del aumento interanual de 2,5% un año antes a 2% ahora, pero con el agravante que la variable de ajuste fue la profundización de la caída de los salarios en valores reales, según las últimas estadísticas del Ministerio de Trabajo y del Indec.

Ese cuadro explica que la tasa de entrada cayera a uno de los niveles más bajo de la serie desde la salida de la crisis sanitaria de Covid-19, con 1,9% de la dotación del mes previo -disminuyó tres décimas de punto porcentual en un año-, mientras que la tasa de salida se ubicó en un nivel similar al de los ingresos, con lo que se estancó el saldo final de la nómina de personal en la franja formalizada.

Un movimiento similar detectó el Indec en los indicadores de actividad de la industria manufacturera y de la construcción en general en los últimos meses.

En el primer caso, el IPI acumuló en septiembre cuatro meses consecutivo con retracción en comparación con un año antes, en tanto que en el cotejo intermensual en valores desestacionalizados no logra sumar más de dos meses con aumento, al punto que en los últimos 21 meses sólo 8 finalizaron en un nivel superior al previo.

Mientras que, en el segundo, el Indicador de Coyuntura acumula 7 meses de los últimos 9 con notable receso respecto de un año antes; y también, como en el caso de la industria manufacturera, 8 de los pasados 21 con caída en el índice mensual corregido por estacionalidad.

Según precisó Infobae en varias notas en las últimas semanas, la causa de semejante cuadro que llevó a la Argentina a ubicarse entre los del peor desempeño dentro del selecto grupo del G-20, es la extrema situación de la disponibilidad de reservas en divisas, con un saldo negativo de más de USD 20.000 millones en la posición de libre de disponibilidad de las tenencias propias, según se desprende del balance contable semanal de la entidad que preside Miguel Pesce, y que ha llevado a extender las restricciones a las importaciones, sin diferenciar entre materias primas y partes esenciales para la producción y el consumo imprescindible (medicamentos e insumo médicos) y los bienes prescindibles.

Expectativas para el resto del año

De ahí que persista en la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo una apabullante proporción de empresas con más de 10 asalariados registrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino -SIPA- (más de 95 de cada 100) que proyectan estabilidad de la nómina; y del 4,2% que declaran que harán cambios en sus dotaciones en los próximos tres meses (octubre - diciembre), 2,8% del total espera aumentarla y el 1,4% restante estima que la reducirá. De ahí resulta un saldo positivo de apenas 1,4% de los establecimientos consultados.

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