El Hospital Gobernador Centeno y todos los centros sanitarios de los diferentes barrios adhirieron a la medida de fuerza, pero en su responsabilidad por cuidar a la población mantuvieron las guardias y atenciones de prioridad.

La dinámica del hospital y la de las postas no es la misma. En un rápido recorrido por algunos centros médicos una de las constantes fue la realidad que allí el trato es "más cercano". A la posta van familias que viven dentro de la misma zona, en algunos casos son varias generaciones que se han atendido en el mismo lugar por años.

El hospital con el recambio de turnos o la existencia de más profesionales tiene una distancia mayor entre médico y paciente, por eso hacer un paro no implica una conversación cara a cara para decir "hoy no atendemos", explicaron fuentes vinculadas al sector.

La situación que plantearon algunos de los centros consultados, como Knobel, Abudara, Brown y Rucci, fue que allí conocen a los pacientes con nombre y apellido, incluso saben sobre la vida familiar de muchas de las personas que concurren de manera asidua.

Esta característica hace que adherir a un paro revista cierta idiosincrasia particular. Por ejemplo, cuando hay embarazadas que tienen programado un turno se las considera prioridad, o en el caso de las urgencias pediátricas y odontológicas no se posterga la atención.

La explicación que brindaron varios de los profesionales consultados fue que no pueden permitir que un adulto o un niño se retire de la institución con dolores o con la posibilidad de empeorar su cuadro clínico. El razonamiento que expusieron las fuentes fue que la medida de fuerza es válida y el motivo del reclamo no se discute pero como son varios días de paro, y además muchas personas antes de ir a atenderse ya esperaron para ver si se mejoraban solas, no es posible poner en peligro su salud.

Relevamiento.

Este tipo de cuestionamientos demuestran la calidad humana de las personas que trabajan en las diferentes postas piquenses. El relevamiento realizado por LA ARENA incluyó a cuatro de los siete centros de salud, lo que equivale a más de la mitad de las instituciones.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que muchos de los centros van brindando los turnos sólo con un día de antelación, es por ello que realizar la reprogramación de ellos es posible. El martes a la tarde, cuando se dio a conocer que la medida de fuerza era efectiva, las postas ya habían alertado a sus pacientes para que estuvieran atentos a las novedades.

La población de la ciudad, que ya viene de muchos paros anteriores, conoce cual es el funcionamiento durante esos días y se adapta, incluso si no están de acuerdo. Uno de los profesionales consultados, señaló: "Hay de todo, gente que entiende y otra que se queja. Pero es necesario que sepan que si mejora la situación laboral del personal médico, eso repercute en beneficios para el paciente". Con ese comentario también aclaró que el éxodo profesional es una preocupación en salud pública.

"En salud es muy difícil", afirmó una médica, porque consideró que se trabaja con las personas y no con máquinas, documentos escritos o trámites. Pero aclaró que esa realidad es aprovechada por el gobierno porque saben que las emergencias son cubiertas sin excepción.

Ayer la concurrencia en las diferentes postas fue escasa y es probable que hoy ocurra lo mismo.