El rol esencial de cartoneros se ratificó con el aporte de la sociedad y más de 700 toneladas de reciclados

El rol esencial de cartoneros se ratificó con el aporte de la sociedad y más de 700 toneladas de reciclados

En lo que va del 2021 ya enviaron a la industria más de 40 toneladas de materiales, avizorando un año de crecimiento exponencial. En este incremento, la conciencia social que lograron gracias al trabajo de concientización que ellos mismos realizan, resultó indispensable. En la cuarentena se pudo observar la esencialidad de sus gestiones, tanto para la ciudad como para la industria. El 2020 con un mes de puertas cerradas, luchas y buen balance.

El galpón ubicado en Yrigoyen 1178 está en su máxima expresión. Repleto. Casi la totalidad del espacio se ve cubierto de materiales para clasificar, compactar y luego enviar a la industria y así volver a ser parte del mercado, de una u otra forma. La gente llega en todo momento a dejar sus reciclables a la Cooperativa de Recuperadores Urbanos del Movimiento de Trabajores Excluídos (MTE-CTEP).

Desde que iniciaron sus actividades en ese espacio, allá por mediados de 2018, la demanda de trabajo para los cartoneros ha sido exponencial, a tal punto que ya llevan insertadas en la industria más de 700 toneladas de materiales. Asimismo, los índices develan que mes a mes la recepción es mayor, y sólo en lo que va de 2021 lograron recuperar y colocar 43,4 toneladas.

A pesar de que el 2020 fue un año duro, con la pandemia de por medio, donde debieron cerrar por un mes y retomar las actividades con muchas restricciones, las estadísticas fueron esperanzadoras, ya que enviaron 493 toneladas de reciclables.  

 

Actores indiscutibles en el reciclaje

Los cartoneros se consolidan cada vez más como actores indispensable para una ciudad limpia y justa con el medioambiente, pero no solamente por el proceso que ejercen con los plásticos, cartones, vidrios, pepeles y metales que reciben, sino por la concientización que se propusieron transmitir a la sociedad a través de las Promotoras Ambientales.

Desde que se organizaron, recorrieron puerta por puerta, conversaron con estudiantes de escuelas primarias y secundarias, e incluso gestionaron los Puntos Azules con la Universidad del Centro (Unicen) en el Campus. Estos mismos que son llevados cada semana a distintos barrios para facilitar y contar sobre la importancia de la recuperación.

 

Evitar que ciertos materiales sean simplemente deshechados como basura tiene un significado ambiental muy valorable para Tandil, pero además, también repercute económicamente. De esta manera ahorran espacio en el relleno sanitario y miles de pesos al Municipio en las gestiones relacionadas a los residuos.

Vale recordar que el año pasado, además de la pandemia por la que se mantuvieron cerrados durante abril, la Cooperativa atravesó tiempos complicados porque se venció el contrato por el subsidio de 20 mil pesos que le entragaba la intendencia para la renta del galpón. Luego de largas y crudas negociaciones lograron contar con 39 mil pesos mensuales del Ejecutivo que les permite pagar el alquiler y los servicios.

En esa oportunidad, además, plantearon la necesidad de interactuar con el Estado en una gestión integral de residuos sólidos con inclusión de cartoneros, sin embargo no ha prosperado hasta el momento.

La lucha con buenos resultados

Mariela Rodríguez, una de las 120 personas que a diario trabaja en el galpón, confirmó lo duro que ha sido el 2020 y recordó las luchas para poder contar con el alquiler del espacio y, sobre todo, para que les permitieran reabrir las puertas. Pero también enunció lo bueno que resultó.

“Creo que se pudo entender que eramos esenciales. Todo lo que nosotros procesamos acá se va a Buenos Aires, donde la industria los reparte y vuelven a hacer envases”, explicó.

Detalló que en ese período, justamente, las farmacéuticas necesitaban cajas y para poder abastecerlas era necesario el trabajo en cadena, que pareció invisible en un principio. Por eso, fueron y son indispensables desde el cartonero que va por las calles juntando los materiales, hasta los que separan y operan en la Cooperativa, y todo el proceso hasta poder retornar en un nuevo empaquetado.

Primero con horarios reducidos, siempre con protocolos, finalmente en mayo pudieron arrancar otra vez. En el caso de los mayores de 60, tratan de que no vayan al lugar compartido, por eso se organizaron de manera tal de poder retirar o recibirles el material que juntan, porque es de lo que ellos viven.

Afortunadamente por gestiones a través de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores adquirieron los elementos de higiene y seguridad necesarios. Asimismo, pudieron sumar nuevas maquinarias, lo cual sumado a los buenos índices logrados en venta, pudieron obtener un balance de 2020 mejor al que se perfilaba. “Arrancamos mal, pero desde mitad de año empezaron a venir las buenas noticias y a recuperar más material del promedio”, asintió. 

Con todos los números en ascenso

La cartonera compartió números muy elocuentes y precisó que antes de que arrancara la cuarentena por el coronavirus procesaban unas ocho toneladas por semana, valor que en julio se escalonó a 16 toneladas, llegando a esta primera parte de 2021 con entre 80 y 100 por mes.

En consonancia con esta cantidad de materiales que llegan al galpón de Yrigoyen, la demanda de personas que buscan sumarse a los cartoneros o venderles su material también fue en aumento. En este sentido, Rodriguez aseveró que a raíz de la pandemia muchos perdieron el trabajo y vieron su oportunidad allí.

“El trabajo es el doble, el ritmo sigue en crecimiento y, además, la gente continúa aportando a la casusa, lo que demuestra la concientización que hubo al respecto”, se contentó. “Llegamos en un momento a estar colapsados en el galpón”, reveló.

Si bien celebró la toma de conciencia de la sociedad, lamentó que desde el Municipio sigan demostrando desinterés al respecto ni pongan voluntad. A pesar de esto, enfatizó que seguirán adelante y redoblando la apuesta en el importante rol que juegan en Tandil.

Desde el MTE esperan este año avanzar en articulaciones con el Municipio

El Movimiento de Trabajadores Excluidos avanza desde hace años en la ciudad, generando cada vez más ramas de trabajo cooperativo y comunitario, logrando entre el año pasado y este nuevos enfoques a pesar de la pandemia.

Así, con respecto a lo que está sucediendo en la Cooperativa cartonera, Susana Díaz, promotora y referente sociocomunitaria de la organización, se manifestó muy agradecida con el compromiso de la sociedad. Pero enfatizó que desde todas las áreas “han puesto mucho el cuerpo”.

De esta manera explicó que desde lo sociocomunitario absorbieron la necesidad enorme que se desató en los merenderos, ya que “se triplicó la olla” y la demanda sigue en aumento. Ya sea a través de viandas o comedores, articularon para que toda la mercadería pueda estar disponible en cada uno de los espacios, sin dividir ramas ni sectores.

“Todo lo que pudimos hacer desde el MTE junto con la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) lo hicimos a través de campañas, de la solidaridad de la gente que nos acompañó, y fue ponerle mucho el cuerpo”, sintetizó.

Asimismo, recordó que a través de la oficina de Desarrollo local apelaron a la adquisición de Aportes No Reembolsables (ANR), de los cuales algunos sí salieron y otros están detenidos o en “veremos”.

Señaló que eso fue logrado a raíz de mucho esfuerzo, mientras que resaltó que todavía les queda poder dialogar con algunos actores, como Obras Públicas, para avanzar en el mejoramiento de unas 13 viviendas, ya que desde la Rama de Construcción han firmado convenio y están pintando escuelas y trabajando en La Movediza.

Además, las promotoras de salud fueron elementales y estuvieron trabajando fuertemente con campañas de donaciones para repartir barbijos, alcohol en gel y otros elementos, además de informar sobre el virus y su prevención. “Hoy siguen en los barrios, acompañando con todos los protocolos¨, dijo Díaz.

Nuevas ramas de trabajo

De aquí en adelante, la perspectiva está puesta en que se puedan avanzar en esas 13 viviendas que están esperando por ser terminadas. Mientras que desde el área de Salud apuntan a que las promotoras puedan abordar más las cuestiones de género, que si bien siempre las trabajaron, reforzarán en ese acompañamiento.

“La expectativa es grande para poder seguir luchando y consiguiendo más cosas y mejores condiciones para los compañeros”, indicó, explicando que entre todas las 12 ramas que abarcan, hay nucleadas alrededor de 400 familias.

Entres estas se destaca también lo Rural, que a lo largo del año pasado lograron transcendencia y llevan adelante un trabajo relevante con huertas comunitarias, alimentos agroecológicos y abastecimiento en general.

También surgió la rama textil, que si bien comenzó de manera itinerante por los barrios previamente, logró fuerza en 2020 y ahora trabajan en poner en funcionamiento un taller a modo de “polo textil” en el mismo galpón donde se ubican los recuperadores.

Finalmente, la gran novedad, es que están armando la rama “de Liberados¨, en la que se está enfocando también Susana Díaz y consiste en acompañar a quienes han estado en condición carcelaria para que puedan conseguir trabajo. “Buscamos que salgan de esa situación y puedan salir adelante sin volver a reincidir, a través de espacios productivos y actividades¨, explicó, asegurando que es otra buena noticias.

Por último, reflexionó que están concentrados en unificar esfuerzos para que el Municipio este año los escuche “de alguna manera” y no bajar los brazos, conscientes de lo importante que es que los trabajadores de la economía popular estén en la calle.

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