Con más espanto que amor, la CGT Córdoba reimpulsa una mesa de unidad para el 22-O

Con más espanto que amor, la CGT Córdoba reimpulsa una mesa de unidad para el 22-O

El movimiento obrero de la provincia pone en suspenso sus internas para definir una estrategia conjunta. Temor a Milei y Bullrich por embates contra el sindicalismo. El debate: voto útil para Massa o fidelidad a Schiaretti.

Por: Luis Zegarra.

El temor a la consagración de un futuro gobierno nacional que avance sobre los derechos de los trabajadores y trabajadoras parece operar como factor aglutinante para los gremios que forman parte de una CGT Córdoba, que aún se encuentra en proceso de reconfiguración tras la intervención dispuesta desde la sede nacional y su posterior designación de nuevas autoridades.

Tal recelo despunta ante iniciativas ya expresadas por Javier Milei y Patricia Bullrich, dos de tres postulantes más votados en las PASO entre los cinco que disputarán las elecciones generales de octubre. Tanto el líder de La Libertad Avanza como la triunfadora en la interna de Juntos por el Cambio han anticipado sus intenciones de avanzar con reformas laborales y previsionales que apuntan al corazón de la arquitectura legal, también simbólica, dentro de la que se desarrolla la actividad laboral.

Lo admiten dirigentes que en los últimos días han redoblado esfuerzos para lograr la unidad entre los sindicatos que a nivel nacional responden a la principal central obrera. La interpelación para formar una mesa política, sin ambages, invita a cerrar filas para evitar un panorama que prevén “oscuro”. O, en el peor de los casos, resistir. Fuera de rango aún permanecen las 62 Organizaciones, inexpugnables en su juego propio y acomodadas bajo la órbita cordobesista.

 

 

La iniciativa, reconocen, no es sencilla. Aún considerando la factibilidad de una gestión decididamente antagónica, muchas referencias sindicales navegan en un escenario sin horizontes claros. Mientras algunos aseguran mantenerse firmes en su fidelidad al proyecto de Juan Schiaretti, otros ya juegan abiertamente para Sergio Massa. Las certezas tienden a difuminarse ante un hipotético ballotage.

Desconfiados del “todismo”, los primeros no tolerarían otra decepción de un gobierno que, bajo insignias peronistas, descuide preceptos clave, desde el poder adquisitivo hasta la formalidad del empleo. “El después da miedo. Pero hoy estamos mal. Siendo la misma gente, nada garantiza que no hagan peor si ganan”, dice la voz de un gremio de transporte. Por ello, adhiere a la idea de consolidar un bloque cordobesista en el Parlamento.

Afines al discurso del “voto útil” que impulsan desde el comando de Unión por la Patria, gremios que ya se sientan a la mesa cordobesa armada por Massa apelan tanto a la identidad justicialista de sus pares como al pragmatismo constitutivo del movimiento. “Schiaretti va a sacar menos votos. Además, es claro que juega con JxC. Necesitamos fortalecernos, pero con un gobierno realmente peronista”, explica el secretario general de un gremio de trabajadores públicos.

"En esa mesa ya están los sindicatos más importantes de la vieja conducción y la CGT normalizada. "Todos estamos trabajando, dentro de los límites posibles. Los que no están, que dicen jugar con Schiaretti, esperan que pase la primera vuelta para salir a laburar para Massa. Necesitamos su trabajo para traccionar votos", analiza una voz sindical de la estructura massista.

La "Mesa sindical Massa Presidente" recibió anoche al ministro de Economía @SergioMassa para brindar apoyo a su candidatura presidencial.

Son parte de la Mesa 61 gremios de la provincia de Córdoba.#DefenderALaPatria pic.twitter.com/psJsVnlIG8

— Juan Monserrat (@JMonserratUEPC) August 3, 2023

Las desavenencias retrotraen al escenario de 2015, previo al balotaje entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Pero, hace ocho años el líder PRO había logrado sumar avales del arco sindical. Hoy, los principales rivales del candidato de la Rosada no ocultan su rechazo a prácticas de las cúpulas gremiales.

Tales cúpulas actuaban entonces bajo el tinglado formal de la CGT. Ocho años después aún intentan restañar los magullones del enfrentamiento por la conducción de la Regional Córdoba, en el que se impuso el designio de la central nacional, que impulsó una normalización (denunciada como intrusión por las salientes autoridades) que derivó el nombramiento de un nuevo triunvirato.

La primera foto

Las ilusiones de una amalgama tomaron impulso la semana pasada, en el Pabellón Argentina de la UNC, durante la presentación de la serie audiovisual “Bitácoras de Juan Carlos Schmid”, basado en la historia del titular de la Federación Marítima Portuaria y del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento.

Representantes de más de 40 entidades asistieron al acto organizado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte Regional Córdoba, cuyo líder es Emiliano Gramajo, también secretario general de la Asociación Obrera Industria del Transporte Automotor (AOITA).

Muchos de los invitados contaron con invitación directa. Otros, aseguran, acudieron por iniciativa propia. Modalidades al margen, entre la concurrencia destacaron la presencia de figuras de peso, muchas sin registros conjuntos por un buen tiempo. Entre ellas, José Pihen, secretario general del Sindicato de Empleados Públicos, quien aún resiste su desplazamiento de la conducción de la CGT Córdoba; y Pablo Chacón, titular del gremio de empleados de comercio y parte en la conformación de la nueva conducción de la cúpula gremial.

También muchos de los que, como parte del Movimiento Obrero Peronista de Córdoba, ya expresaron su "más explícito apoyo al candidato a presidente del peronismo de Córdoba: Juan Schiaretti". Eugenia Romero (UTEDYC), Néstor Chavarría (UOCRA), Federico Cortelletti (Empleados Judiciales), José Porras (SMATA) y el también exlegislador Adrián Brito (Canillitas), entre otros.

Junto a ellos, quienes ya están trabajando explícitamente para Massa, como Edgar Luján (Camioneros) y Ricardo López(ATSA), parte del triunvirato que hoy maneja la CGT Córdoba. También referentes que forman parte del todismo y sintonizan con el kirchnerismo, como Juan Monserrat(UEPC), Héctor Morcillo (Alimentación) e Ilda Bustos (Gráficos).

“Fue un buen paso para distender y acercar posiciones entre sectores”, sintetizó uno de los asistentes. “Muchos mantienen su apoyo a Schiaretti. Si gana Milei en primera vuelta se ahorrarán la definición que esperamos para noviembre”, ironizó luego.

Buena parte de los presentes propició encuentros informales después del acto. “Primero nos tenemos que unir nosotros. Eso es lo primordial. Después vemos cómo nos alineamos, porque no es fácil. Además de nuestra autocrítica, el Gobierno debe la suya”, dijo uno de los organizadores.

Diferencias al margen, todos aplaudieron las palabras proferidas por Schmid, quien llamó a cuidar la democracia y los derechos conquistados, interpelando a un “nosotros” sin matices para el colectivo de trabajadores, frente a un “ellos” que encarnarían Bullrich y Milei.

La primera de las ovaciones tuvo su punto de inicio en las manos de Pihen, para muchos el más cordobesista de los sindicalistas. Horas antes, su sector "residual" se había declarado en sesión permanente, "ante las amenazas concretas a los trabajadores y sus derechos, expresadas en las propuestas de algunas agrupaciones políticas que competirán en las próximas elecciones".

"Los hechos se precipitan. Esperábamos que lleven más tiempo, pero el espanto acelera diálogos y construcciones. Al final, terminaremos en la misma mesa", vaticina la fuente todista, ausente en aquel acto.

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